Nacida en Paraguay, Casilda Benegas de Gallego hizo su vida en Argentina y esta semana su bisnieta la despidió en redes sociales.
A los 115 años murió la mujer más longeva de Argentina
Casilda Benegas de Gallego, la mujer más longeva del país y también la de mayor edad en haber superado el virus del coronavirus, murió el martes de esta semana en la ciudad de Mar del Plata. Tenía 115 años y 80 días.
La noticia fue confirmada por su bisnieta Mayra Blanco, quien la despidió a través de las redes sociales: «Yo te voy a recordar de esta manera, riéndote. Es difícil no sentir un dolor enorme por saber que ya no te vamos a tener más con nosotros y a la vez me pone feliz saber que te amamos y disfrutamos muchísimo», expresó.
La mujer había nacido el 8 de abril de 1907 en el departamento de Itapúa, Paraguay, donde se casó con un hombre de nacionalidad española, y en 1945 se mudó a la Argentina: primero vivió en Jujuy, luego en Corrientes y posteriormente en Chaco.
Más tarde, Casilda se instaló con su familia en Buenos Aires, hasta que en la década del ’70 decidió seguir los pasos de su hijo, que se mudó a Mar del Plata por cuestiones laborales.
Primero vivió en el barrio Don Bosco y luego en la zona de Pompeya.
A principios de la década de 2000 Casilda emigró a España junto a su familia, pero el viaje de regreso no duraría mucho: 13 años después volvió a instalarse en Mar del Plata.
Casilda vivió sus últimos días en una Residencia Geriátrica en la zona norte de Mar del Plata, donde era visitada por sus dos hijos, ocho nietos, ocho bisnietos y tres tataranietos.
El año pasado, el Concejo Deliberante local la había declarado ciudadana destacada de Mar del Plata.
Casilda contrajo el coronavirus justo antes de la Navidad de 2020, cuando tenía 113 años, por lo que fue la persona con mayor edad en recuperarse.
También se había convertido en la cuarta persona más longeva del mundo en recibir la por parte de profesionales del PAMI la vacuna contra el coronavirus.
Al momento de su muerte Casilda era la mujer más longeva del país y, desde enero último también de América Latina tras la muerte de la brasileña Antonia da Santa Cruz, como consta en el sitio especializado Gerontology Wiki.
Además, era la cuarta de mayor edad en todo el mundo, según la misma fuente.