El hombre ganó con comodidad esta competencia anual al pasar 60 horas de esa manera. Según explicó el propio «Knele, como es conocido el nuevo campeón, no le resultó para nada difícil ganarle a todos sus rivales. «No fue difícil. Créanme, ni siquiera calenté», sostuvo.

Pejanovic al consagrarse en esta edición de la competición se llevó como premio unos 350 euros, una comida para dos personas, una estancia de fin de semana en un hotelito rural y una experiencia de rafting.

Sin embargo, su festejo se empaño unas horas después. Eso se debe a que el ganador fue detenido por la Policía tras haber intentado agredir a uno de los periodistas locales que cubrió el torneo y vandalizar la redacción de un diario local que lo llamó «El mayor estafador de todo Montenegro».

Por su parte, el torneo del país escandinavo se realiza al aire libre, a los pies de un gran árbol que hay en el pueblo. Cada competidor puede tener consigo un colchón donde se acostarse, unas mantas y un celular o dispositivo móvil para entretenerse. Además, hace pocos años se incluyó que cada ocho horas el participante puede ir al baño sólo por unos minutos.

El récord absoluto del este singular concurso lo posee Dubravka Aksic, una mujer que logró pasar 117 horas, es decir cuatro días y 21 horas, acostada boca arriba. Asimismo, hay que mencionar que previo a que incluya la medida de poder ir al baño, el récord era de 52 horas.