En su primera semana en cartel, la película de Santiago Mitre fue vista por 315.000 personas en todo el país -con el 47% del público total- pese a que las cadenas multinacionales (Cinemark-Hoyts, Showcase y Cinépolis) no le cedieron sus salas.
«Argentina, 1985», en medio de las disputas entre el negocio del cine y el del streaming
¿Una fila interminable sobre la avenida Corrientes un lunes por la tarde para entrar al cine Lorca? Esa auténtica rareza sorprendió a muchos y las fotos y videos no tardaron en viralizarse en redes sociales. Es que por estos días “Argentina, 1985” es el eje de un fenómeno de masas con muy pocos antecedentes y también de una polémica que mantiene en vilo al sector audiovisual en tiempos de crecientes disputas entre el negocio del cine y el del streaming.
Las primeras cifras son imponentes: la película de Santiago Mitre con Ricardo Darín como el fiscal Julio César Strassera y y Peter Lanzani como su asistente Luis Moreno Ocampo, principales impulsores del Juicio a las Juntas Militares en 1985, fue vista por 315.000 personas en su primera semana en cartel y se quedó con el 47% del público total, pero además con un detalle no menor: las cadenas multinacionales (Cinemark-Hoyts, Showcase y Cinépolis) no le cedieron sus salas.
Conviene a esta altura explicar los antecedentes y el contexto. La película de Mitre iba a ser distribuida por la filial local de una major como Sony, pero cuando a principios de agosto último Amazon -principal financista del proyecto- anunció que solo le daría tres semanas de “ventana” de exclusividad a las salas antes de que el film esté disponible en su plataforma de streaming Prime Video (será el viernes 21 de octubre) los principales exhibidores pusieron el grito en el cielo.
Es que los dueños de las salas están exigiendo por lo menos 45 días (antes eran meses e incluso a veces años) para poder comercializar una película sin tener que compartir el negocio con el streaming hogareño. Como Amazon mantiene esa política en todo el mundo y no dio el brazo a torcer, las cadenas multinacionales decidieron no lanzar “Argentina, 1985”.
A los pocos días Sony se bajó de la distribución y en su lugar entré una compañía local como Digicine. Más allá de las excelentes reseñas y de los premios cosechados en festivales (el de la crítica en Venecia y el del público en San Sebastián), la disputa con los dueños de las cadenas con mayor convocatoria sembraba ciertas dudas respecto del futuro comercial de “Argentina, 1985”.
Sin embargo, el film fue fuertemente apoyado por los exhibidores independientes de capitales nacionales que, claro, vieron una oportunidad de facturar fortunas frente a un aluvión de público y sin la competencia de las cadenas extranjeras.
Así, durante la primera semana se podía ver el largometraje inspirado en hechos reales en seis de las ocho salas del Multiplex Belgrano. Y el furor no se detiene: para la segunda semana el mencionado Lorca le dedica seis de las ocho funciones diarias programadas en sus dos salas.
¿Cuán grande es el éxito de “Argentina, 1985”? La película más vista en lo que va de este año es “30 noches con mi ex”, que ya convocó a casi 800.000 espectadores y desde el miércoles 5 de octubre ya está disponible en la plataforma de streaming Star+. La comedia dramática dirigida y protagonizada por Adrián Suar se estrenó en 355 salas (incluídas, claro, las de los complejos más grandes) y convocó en sus primeros siete días a 285.000 personas.
“Argentina, 1985” tuvo a su disposición menos pantallas (309 y solo en los complejos independientes), pero vendió 30.000 tickets más. Para encontrar un antecedente más exitoso hay que remontarse hasta enero de 2020, cuando en la prepandemia “El robo del siglo”, film de Ariel Winograd con Guillermo Francella y Diego Peretti, fue visto por 655.000 personas en 528 salas para terminar su recorrido con algo más de dos millones de espectadores.
Los confilictos entre los streamers y los exhibidores no son nuevos. El éxito de gigantes como Netflix y Amazon Prime Video generó que los estudios tradicionales de Hollywood (desde Warner hasta Paramount, pasando por Universal y Disney) lanzaran sus propias plataformas y potenciaran ese segmento por sobre el theatrical (el cine en salas).
Esa tendencia se potenció aún más durante la pandemia, cuando el confinamiento hogareño y el cierre de salas castigó con dureza a las cadenas de todo el mundo (algunas incluso entraron en bancarrota). En los meses siguientes los ejecutivos de HBO Max, Paramount+, Peacock y Disney+ apostaron a lanzar películas que tenían destino original en las salas directamente para el consumo hogareño o, en el mejor de los casos, en simultáneo en salas y en streaming.
Ahora, con ciertos indicios de crisis entre los gigantes del streaming y una progresiva recuperación en los números de asistencia a los cines, los exhibidores quieren volver a la dinámica previa a la pandemia y no están dispuestos a hacer más concesiones: piden como mínimo un mes y medio de exclusividad, pero ni Amazon ni Netflix parecen estar demasiado interesados en negociar, ya que su fuerte es el streaming y lo que les puede ingresar por el theatrical son “monedas” para las cifras que manejan.
Lo cierto es que “Argentina, 1985” no solo se lanzó en nuestro país (con el éxito ya consignado), sino también de forma más limitada en otros mercados como Estados Unidos, España, Chile, Bolivia y Uruguay, por citar solo algunos. En todos los casos se repitió el mismo fenómeno: entradas agotadas con mucha antelación y una recepción entusiasta.
En dos semanas más el film estará disponible en Prime Video para más de 200 países y, como quedó dicho en entregas anteriores de esta misma columna, las perspectivas de al menos una nominación para el premio Oscar lucen muy alentadoras.