Bromatología continúa con las inspecciones permanentes en comercios y supermercados. En esta oportunidad, las autoridades y el personal de la Dirección de Bromatología del Gobierno de Junín se hizo presente en la sucursal céntrica de “La Anónima”, donde se solicitaron la documentación pertinente y se procedió a los controles de la mercadería, temperaturas de las heladeras, fechas de vencimiento y las condiciones de higiene general. Los resultados del control fueron muy positivos y se destacó el alto grado de cumplimiento de todos los requisitos bromatológicos.

Desde el área municipal mencionada afirmaron que estas inspecciones se realizan constantemente con previo aviso de acuerdo a lo planificado, o según se realicen denuncias ciudadanas al 147, donde se actúa de oficio y por rutina.

Una vez concluido el operativo, el Dr. Julio Ferrero, director general de Zoonosis y Bromatología del Municipio, manifestó: “En el marco de la visita de inspección que hicimos a este supermercado que es uno de los señeros en Junín, me voy no sorprendido porque ya estoy acostumbrado a que todo esté en perfectas condiciones como todas las veces que pasamos por este comercio, tanto desde el punto de vista edilicio, como en cuanto a la mercadería”.

Por su parte, Constanza Rebichini, directora de Bromatología, declaró al respecto de los operativos: “En todas las inspecciones que llevamos adelante desde el área Bromatología como la de este caso, se solicita la documentación pertinente a los encargados y/o gerentes, el análisis de potabilidad del agua, los carnets de manipuladores de alimentos de todo el personal, siempre dando un cierto plazo en caso de que haya incorporaciones que sean recientes”.

Seguidamente, la funcionaria dijo que “también chequeamos el control sanitario de la mercadería, que en este caso como vino directo del depósito es el abasto en la Cabina Sanitaria; en otras inspecciones lo que también pedimos es el sello de Cabina Sanitaria o el número de introducción”. Además, remarcó que “se controlan las temperaturas de las heladeras, especialmente en lo que es lácteos, carnes y cámara, las fechas de vencimiento y la higiene en general”.

“Queremos destacar que este local cuenta con la góndola para personas celíacas correctamente identificada, y que en la parte de panadería está todo bien envasado lo que evita que haya un riesgo de contaminación para las personas que acceden a esos productos”, afirmó.

Por otra parte, Rebichini hizo mención a la planificación de las inspecciones y las vías de denuncia para la comunidad ante la detección de irregularidades: “Nosotros tenemos poder de policía, pero en general como política adoptamos desde la dirección el aviso previo a las inspecciones, con la excepción de los reclamos que realizan los vecinos. En cuanto a estos, nosotros no recibimos las denuncias directamente en el área, sino que los mismos se canalizan por medio del servicio de Atención Ciudadana al 147 de la Municipalidad, y luego mediante un sistema ellos lo derivan a la dependencia correspondiente; en esos casos, procedemos sin aviso y por rutina”.

Por su parte, Sabrina Seoane, gerente de la sucursal del centro del supermercado “La Anónima”, consideró: “Estamos muy conformes con que se realicen este tipo de controles, siempre estamos predispuestos a que vengan a auditarnos ya que nuestra empresa trabaja mucho en garantizar la seguridad alimentaria de nuestros clientes, y constantemente estamos capacitando al personal. Todo esto que hacemos es para brindarle a la comunidad un producto que sea inocuo, y totalmente seguro”.

Finalmente, Seoane dijo que “la idea de vender el pan envasado es para que tenga el menor riesgo de contaminación posible, y que los vecinos puedan acceder a un producto seguro e inocuo, y la parte de celiaquía es para que todos estén incluidos, para lo que tratamos de tener el mayor surtido posible”.