«Por ahora, está evolucionando favorablemente», destacó Leonardo Pérez Esquivel, hijo del premio Nobel de la Paz y titular del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) que desde el sábado está internado por una descompensación en Mar del Plata.
Adolfo Pérez Esquivel «está evolucionando favorablemente»
La familia de Pérez Esquivel está a la espera de un nuevo parte médico, aunque hasta el momento se descartó que se hubiese tratado de un ACV.
«Hoy lo iban a ver los médicos y no tenemos el nuevo parte médico aún. Sabemos que lo han cambiado de habitación, pero estamos esperando saber qué dicen los resultados y los médicos que lo atienden», explicó Leonardo ante los medios de comunicación, cuando llegó a visitar a su padre en Hospital Privado de la Comunidad (HPC) marplatense.
Pérez Esquivel , de 90 años, sufrió el sábado una descompensación mientras estaba en la ciudad balnearia de Chapadmalal. Se descompuso en la casa en la que se encontraba junto a familiares, según contaron los allegados, por «un susto» debido a un accidente doméstico que sufrió su esposa, quien salió ilesa.
Una vez trasladado al HPC se le realizó una tomografía y otros estudios para descartar que se tratara de un accidente cerebro vascular (ACV). «La tomografía salió bien, los médicos descartan que se trate de un ACV pero, de todos modos, le realizarán una resonancia», informó ayer la Serpaj.
Tras la noticia de su internación, el papa Francisco envió una afectuosa carta a través del obispo Gabriel Mestre. “Querido hermano: monseñor Mestre me avisó de tu problema de salud. Por medio de estas líneas te aseguro mi cercanía y mi oración por tu pronto restablecimiento. Un saludo para tu esposa. Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide”, le escribió el pontífice.
También Daniel Filmus deseó una pronta recuperación al titular del Serpaj. «Que, superado este momento, retome su incansable e imprescindible lucha por la verdad, la justicia y los derechos humanos», publicó en las redes el ministro.
En octubre pasado se cumplieron 40 años de la elección de Pérez Esquivel como Premio Nobel de la Paz, un acontecimiento que tuvo un enorme impacto político, un revés para la dictadura que gobernaba el país y un reconocimiento tanto para el arquitecto, que había pasado catorce meses detenido y torturado, como para todas las personas y las organizaciones que entonces resistían y hacían lo posible para visibilizar las atrocidades y violaciones a los derechos humanos cometidos por el régimen cívico-militar.
Este año, durante los festejos que realizó el Gobierno nacional el 10 de diciembre por el Día de los Derechos Humanos, Pérez Esquivel fue galardonado con el premio Azucena Villaflor, entregado por el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner.
«Quiero agradecerles esta distinción, nada menos que ‘Azucena Villaflor’. Aquí estamos para seguir andando y no para bajar los brazos. Y creo que la presencia de cada uno y una de ustedes aquí reafirma esto», señaló el referente de los derechos humanos en Argentina al agradecer el reconocimiento.