En un año electoral, marcado por un contexto económico, social y político muy complejo para toda la ciudadanía, desde Juntos, debemos asumir con seriedad las grandes responsabilidades y desafíos que tenemos por delante, de cara a la ciudadanía argentina.

En primer término, entendiendo que la pelea no se encuentra en nuestros contrincantes políticos. En ese punto, las diferencias son muy claras, unos proponen venta de órganos, libre uso de armas, dolarización sin pensar en las personas, etc… y los otros, proponen más de lo que estamos viviendo hoy, son los que están gobernado la Argentina , cuyos resultados están a la vista, Inflación descontrolada, inseguridad, desidia en políticas de educación, sin ideas ni acciones y liberando el terreno al crimen organizado.

Es necesario volver a instalar uno de los pilares que hizo grande a la Argentina, el trabajo, único camino, junto a la educación, para lograr el ascenso social. En esa disputa, los votantes podrán elegir lo que consideren mejor para su futuro.

El gran objetivo es conquistar, entusiasmar, hacer que volvamos a creer en la política, no en nombres personales, en individualidades, no presentándonos como los grandes salvadores con soluciones inmediatas, Si en ideas, Si en programas, Si en equipos, Si en planes estratégicos de corto, mediano y largo plazo atados a la educación, el desarrollo, la generación de trabajo de calidad, generar estabilidad y credibilidad para las Pymes, los comerciantes, los productores, a los que quieran invertir y generar así un entramado social imprescindible para que todos podamos vivir mejor.

Entusiasmar a una gran parte de los argentinos que hoy no ven futuro, que no creen que tengamos una salida y se resignan y descreen de todo, a esos argentinos hay que entusiasmar, con ideas, propuestas y programas.

La irresponsabilidad y falta de conducción de este Gobierno Nacional, nos obliga, a todos Juntos por el Cambio, a definir estas cuestiones y sumar así, a un gran proyecto de reconstrucción nacional, a los millones de argentinos que necesitan soluciones concretas. Este es el desafío que tenemos todos por delante.

Por todo esto, independientemente que los plazos sean los previstos por la ley electoral y las ambiciones individuales sean sanas y necesarias en la política, este crítico contexto que atraviesa la Argentina nos exige volver a entusiasmar, volver a creer y lograr que los votantes sean parte activa y comprometida con lo que se viene a partir del 10 de diciembre.