El hecho ocurrió el 5 de abril de 2022 y sólo se cuenta con el relato de la víctima puesto que no hubo intervención del Cuerpo Médico Forense sobre el estado de la denunciante.

La víctima denunció que concurrió a un lugar a realizarse masajes y el profesional le pidió que se sacara toda su ropa, excepto sus prendas íntimas pero fue en esa circunstancias cuando aprovechó para manosearla y le dijo que tenía “el chacra sexual tapado”.

Al día siguiente, la víctima contó de lo ocurrido primero a su hermana y luego a su psicóloga, y ambas así lo ratificaron ante el juez de la causa.

“Se valora la inmediatez con la que la damnificada anotició a su círculo íntimo de lo acontecido, pues al día siguiente de ocurrido el evento se lo contó tanto a su psicóloga y a su hermana M. A. E., de manera concordante”, valoró la Cámara.

“La profesional agregó que la víctima se sintió “muy vulnerable, paralizada, desprotegida” y que refirió que tuvo temor por la situación vivida y por un mal mayor, como que “el imputado la siguiera o le pudiera hacer algo más”. Añadió que aquélla se sintió “sucia y con mucha vergüenza” y que producto del trauma vivenciado tiene una afectación que impacta en su vida cotidiana”, agregó el Tribunal.

“Tales evidencias, ponderadas en conjunto, permiten concluir en el juicio de reproche discernido en la instancia anterior, puesto que no existen motivos, sana crítica mediante, para descreer de la versión suministrada por E. ni que ha querido perjudicar antojadizamente al imputado, ya que los sentimientos descriptos -tales como llanto, suciedad, angustia y culpa- resultan compatibles con un evento contra la esfera sexual como el endilgado al nombrado”, concluyó.