La actriz, cantante y presentadora de televisión española Carmen Sevilla, una de las artistas más populares y queridas de ese país y también muy conocida en América latina, falleció a los 92 años en la ciudad de Madrid, según informó su hijo Augusto Algueró. Sevilla padecía alzheimer desde 2009 y, debido a su muy deteriorado estado de salud, fue ingresada en una residencia de Aravaca (Madrid) en marzo de 2015, mientras que el pasado domingo fue trasladada a un hospital, donde murió.
Dolor en el mundo del espectáculo: murió Carmen Sevilla a los 92 años
Actriz, cantante, bailarina y presentadora de televisión, había nacido el 16 de octubre de 1930 en Sevilla, al sur de España, con el nombre de María del Carmen García Galisteo y comenzó su trayectoria profesional a los 14 años, como bailarina, mientras que a los 17 inició su carrera cinematográfica de la mano de una estrella de la época, el mexicano Jorge Negrete, con quien debutó en Jalisco canta en Sevilla (1949), la primera de las más de sesenta películas en las que participó.
Luego, estuvo en grandes producciones internacionales filmadas en España, como Marco Antonio y Cleopatra junto al actor estadounidense Charlton Heston, mientras que además apareció en muchas películas de un cine que combinaba lo folclórico con lo costumbrista, como en Cuentos de la Alhambra (1950), La hermana San Sulpicio (1952), Violetas imperiales (1952), Gitana tenías que ser (1953), La pícara molinera (1954) o La fierecilla domada (1956), donde su belleza y simpatía la consolidaron como una actriz de gran popularidad.
Carmen Sevilla combinó el cine con la canción, ofreciendo galas dentro y fuera de España, en 1957 participó en La venganza (1957), dirigida por Juan Antonio Bardem, que fue la primera película española candidata al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Ese título, junto a Pan, amor y Andalucía (1958), le abrieron el mercado a grandes producciones internacionales rodadas en España como Rey de Reyes (1961), de Nicholas Ray y producida por Samuel Bronston, o Aventura para dos (1957), de Donald Siegel.
En 1961 su boda con el compositor Augusto Algueró fue todo un acontecimiento en España, mientras que en la década de los setenta filmó en Buenos Aires la película Embrujo de amor, junto al legendario artista argentino Sandro, tras lo cual relanzó su carrera como protagonista de una serie de películas de tono erótico, como por ejemplo Un adulterio decente (1971), No es bueno que el hombre esté solo (1973) y Striptease a la inglesa (1975) o Nosotros los decentes (1978), de Mariano Ozores.
Rostros (1978), donde compartía cartel con el cantante y actor Juan Pardo y la actriz Bárbara Rey, fue su última película antes de retirarse del mundo del cine, ya que decidió dedicarse a una vida doméstica en una explotación ganadera de Badajoz, donde se dedicó a ovejas. En 1985 se casó con Vicente Patuel y con él estuvo hasta que el empresario cinematográfico murió repentinamente en abril de 2000. Durante varios años posteriores estuvo retirada profesionalmente y alejada del público en su casona en el campo, en Extremadura.
Su última aparición televisiva fue en Cine de Barrio, un espacio en el que se evocaban antiguas películas del cine español, que presentó desde enero de 2004 a diciembre de 2010, cuando aparecieron los primeros síntomas del Alzheimer, la misma enfermedad que había padecido su madre, doña Flora, su compañera y confidente, que la acompañó por los sets de rodaje los escenarios de todo el mundo.