(Ex senadora provincial)
Nada estructural. Parches por doquier. Costumbre nacional, con impacto en las provincias y municipios.
Pan para hoy, hambre para mañana. Hace apenas unos días, el ministro de economía anunció medidas para sumar al “Plan Platita”, con un costo fiscal de 0,4% del PBI ($729.000 M). De esta forma, los sectores beneficiados fueron: Jubilados, monotributistas, trabajadores de casas particulares, empleados públicos, tarjeta Alimentar, Programa Potenciar Trabajo, industria, familias y agro.
Estas medidas derraman sobre las provincias, y, en particular en la Provincia de Buenos Aires y sus 135 municipios, a los que, de manera inconsulta, obligan a efectuar erogaciones no previstas.
Nadie duda de las grandes necesidades sociales, tampoco genera dudas que, con estas medidas, no se cambia la vida a la gente, no se combate la problemática estructural, no se garantiza futuro…
El panorama, no es alentador. Debido a que, posiblemente, cada vez sea más difícil contar con la paciencia social de soportar los tiempos que demandan estas modificaciones de fondo, y que sus frutos impliquen más y mejor trabajo, inversiones, disminución de pobreza e indigencia, en definitiva, mejor y más digna calidad de vida.
Más apremia la realidad, más corto plazo, menos cambios para las generaciones futuras de los argentinos.
¿Cuánto cambia la vida de los ciudadanos y sectores alcanzados por las recientes medidas?, en el hoy para mañana, puede considerarse un alivio. Pero sólo para mañana.
Cuánto pueden durarle a los jubilados los 37 mil pesos de bonos por 6 meses, o, el diferimiento del componente impositivo del monotributo para las categorías más bajas, teniendo en cuenta en este último caso, que hablamos de un diferimiento (a los 6 meses… en algún momento hay que pagar).
Atropello. Los bonos a trabajadores públicos y privados, dispuestos de manera unilateral e inconsulta con quienes lo deben pagar. Nada surgió de una mesa de trabajo entre privados, gremios, ministros, intendentes, gobernadores. Y se escucha hablar de acuerdos, diálogos, moderación. Algo no se entiende.
Aumento de Planes, Programas (Tarjeta Alimentar, Potenciar Trabajo, entre tantos otros). ¿Así vamos a sacar de la pobreza e indigencia a medio país? La Asignación Universal por Hijo pasó de cubrir el 80% de la canasta básica de un niño a menos del 30%, ya todo vale poco.
Pero éste es el mismo gobierno, que a través de su vocera dice que “ellos no VEN esa cantidad de pobres”.
¿Y la inflación?, bien, gracias. Con éstos últimos anuncios, Massa no contribuye a bajarla. Las demagógicas medidas anunciadas, una vez materializadas, vuelven al consumo, y eso es, más inflación.
No puede sobreentenderse lo que no es: el país de las maravillas de Alicia, muy lejos estamos.
Y si prueban con pensar de verdad en los argentinos y en nuestra Argentina.