El sueño de un Polideportivo en el corazón del Barrio 31 se hizo este martes realidad, con la inauguración del predio al que se le dio el nombre conjunto de Polideportivo Padre Mugica-Lucía Cullen, en medio de un “festival” de distintas disciplinas deportivas protagonizado por decenas de chicos y chicas de diferentes edades.

Bajo el enorme espacio techado, un grupo de niñas se «calzaba» los guantes de boxeo y en un ring improvisado sobre un tapete de goma, «jugaban» a pelear para llegar a un final, siempre con dos ganadoras.

Más allá, otro grupito practicaba Taekwondo, mientras algunas niñas más hacían ejercicios entre conos y escaleras fijas, todo ante la atenta mirada de supervisoras que acompañaban alegremente la diversión de las más pequeñas.

En un sitio lindante, también bajo techo, la cancha de básquetbol era escenario de una práctica intensiva de chicas y chicos que, pese a su escasa altura, se esforzaban por ubicar la pelota en el aro.

La recreación era el común denominar, aquí y más allá, en la cancha de fútbol que, con un césped casi impecable, recibía las corridas de niñas, divididas en dos equipos, perfectamente equipadas.

«Esto es un sueño hecho realidad», dijo a Télam Mónica Santino, a cargo del equipo femenino de fútbol y una de las impulsoras de este proyecto, finalmente concretado.

«Yo recuerdo cómo fue que el entonces ministro Mario Meoni vio este predio, mientras recorría la zona para instalar un vacunatorio y centro de atención en el momento de mayor impacto de la pandemia», contó Mónica.

«Entonces, hablando con él se nos ocurrió la posibilidad de que esto, que era todo un páramo, con espacios del ferrocarril en desuso y paredes que se caían, pudiese transformarse en algo útil para la comunidad», relató.

Mónica continuó explicando que «con la ayuda del senador Mariano Recalde fuimos avanzando y el 19 de junio del 2020, un día después de mi cumpleaños, vino Meoni acá para entregarnos formalmente el lugar».

«A partir de allí, comenzamos a trabajar con la gente del ferrocarril y fueron interpretando cada cosa que yo les pedía, en función de las necesidades del lugar para que pudiese ser utilizado por los chicos y chicas del barrio», reseñó.

«Hoy lo veo terminado y realmente siento una enorme satisfacción y un gran agradecimiento a Meoni, en primer lugar y a las autoridades actuales que han posibilitado que el proyecto no se cayese y terminase transformándose en esto», concluyó.

Los niños y niñas corren alrededor, ajenos al movimiento de los funcionarios, se entremezclan en la recorrida haciendo picar la pelota de básquet, o corriendo detrás de la pelota de fútbol, despreocupados de cualquier protocolo.

«Yo estoy aprendiendo a jugar al básquet», dijo una pequeña de apenas siete años, de nombre Ludmila, mientras intentaba vanamente hacer llegar la pelota al aro, hasta que una compañerita, un poco más grande le confió un “secreto” para poder elevar la bola y así lograr acercar bastante más la puntería.

Fabiana, en tanto, mostraba sus habilidades en el césped, enfundada en una pechera rosa, en el marco de un partido «intenso» con un «árbitro» un tanto permisivo, que hacía «la vista gorda» ante algunas jugadas «fuera de reglamento».

En la cancha de básquetbol, Joaquín junto a un grupo de varios chicos, vestidos con casacas a rayas verticales rojas y negras, disputaban un «partido» jugado solo en la mitad de la cancha, mientras, del otro lado, practicaban las niñas.

«Esto es siempre así», advirtió una de las chicas de más edad. «No es solamente porque estén los funcionarios. Acá podemos venir a practicar deportes sin problemas en cualquier momento», aseveró.

«Vinimos al corazón de un barrio ferroviario para integrar a la mujer, a la familia, a la cultura, al deporte, a las y los chicos y también a las y los grandes con un nuevo espacio abierto a la comunidad, una conquista para todo el barrio», señaló el ministro de Transporte, Alexis Guerrera.

Y remarcó: «Hay que hacer hincapié en que se concretó por un trabajo interministerial e interdisciplinario, donde, por el trabajo mancomunado a través de los Ministerios de Transporte, de Deportes y de las Mujeres, Géneros y Diversidad, interactuamos para hacer esta realidad posible, y finalmente a través de Trenes Argentinos lo hemos materializado y hoy cobra vida».

En igual sentido se pronunció el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, quien aludió a que «esta obra es un punto de inflexión para muchos chicos y chicas del barrio. Es una inmensa alegría que puedan tener un lugar donde hacer deporte y sentirlo como propio».

A la vez la ministra Elizabeth Gómez Alcorta, enfatizó que «con espacios como el Polideportivo Lucía Cullen conquistamos el derecho a disfrutar. Ese es el Estado que queremos ser y que estamos reconstruyendo, uno que reivindique el derecho a jugar para todas, todes y todos y que genere las oportunidades para que eso sea posible en cada rincón del país».

«Hoy, es un día de mucha alegría. Quiero recordar a Mario Meoni, que cuando más incertidumbre había, se acercó a la Villa 31, y se le ocurrió la idea de darle una función a este predio, como la que estamos anunciando ahora», fueron las palabras del senador nacional, Mariano Recalde.

Las obras incluyeron la puesta en valor, ampliación, refacción y refuncionalización del antiguo edificio ferroviario Taller Saldías, para convertirlo en un centro educativo y deportivo, un nuevo espacio que cuenta con tres sectores claramente diferenciados: uno cubierto bajo losa y cerrado que alberga dos aulas taller, administración, depósito, buffet, sanitarios, baños para personas con movilidad reducida y áreas de usos múltiples.

Además, cuenta con un espacio semicubierto bajo parabólico que alberga una cancha multipropósito y sanitarios, mientras que, en el exterior, se realizó la puesta en valor y refacción del edificio existente, construcción y reparación de muros interiores y exteriores, construcción de solados y cancha de césped.