Ricardo Piñeiro falleció a los 68 años como consecuencia de un ACV hemorrágico. Se encontraba internado en el Sanatorio Otamendi, tras haber sido trasladado desde el Hospital Fernández, lugar al que fue llevado por el SAME cuando lo encontraron tirado en el piso del baño de su casa.
Quién era Ricardo Piñeiro
Esta noticia golpea fuerte al ambiente artístico ya que formó parte del círculo más selecto en la década del ’90 cuando se convirtió en uno de los representantes de modelos más importantes del país, junto con Pancho Dotto, en los años en que brillaban las supermodelos y se televisaban los desfiles como aquellos de Roberto Giordano en Punta del Este, cosechando altos números de audiencia.
Entre sus representadas estuvieron: María Vázquez, Andrea Frigerio, Verónica Lozano, Paula Chaves, entre muchísimas más. Pero su imagen también supo llamar la atención, convirtiéndolo en tapa de revista, en muchas ocasiones luciendo su figura, siempre pendiente del cuidado de su estética.
“Este es un medio bastante especial, porque generalmente hay muchas chicas desagradecidas y no lo digo por resentimiento. Ves una chica que puede funcionar, la empezás a formar, lo que uno hace como manager. Y después se nos agrandan un poco. Y eso no está bueno. Siempre digo, diosas arriba y terrenales abajo”, reconoció años más tarde al hablar sobre sus representadas.
Sin embargo, solo se refería a unas pocas porque en su mayoría lo recuerdan y lo reconocen, en varias ocasiones, como un «descubridor». Una de ellas es Paula Chaves, que entró de su mano al reality Super M. “La verdad que no tengo mucho para decir. Lo quiero mucho a Ricardo, fue una persona muy importante en mi vida. Puedo decir que fue mi ‘descubridor’ de alguna forma, no nos hablábamos todos los días pero siempre teníamos algún encuentro. Así que esta situación es bastante triste”, se había lamentado la modelo.
Una de las primeras en despedirlo fue Fernanda Villaverde. “Richard, no puedo más del dolor. Que descanses en paz. Te amo y amaré siempre”, le escribió sobre una foto en la que aparecen juntos.
Su caída y sus días alejado de la frivolidad
A pesar del éxito que consiguió con varias de ellas, tuvo un problema económico en el año 2011 que lo hizo que, de alguna manera, tenga que volver a empezar: “En un momento tuve una gran depresión, no sé si llamarlo una estafa, pero tuve muchos problemas y se tuvo que cerrar la empresa. Yo no soy millonario, nunca lo fui aunque la gente lo creía. Vivo en un departamento lindo pero me rompí el alma durante 40 años”.
Reconoció su adicción al alcohol y decidió enfrentarla yendo a Alcohólicos Anónimos. Además, se refugió en la religión y se ofreció como voluntario en la iglesia de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón. “Estoy comprometido con la causa. Tratamos de rescatar a la gente que está en situación de calle y la intención es que esa gente se inserte de nuevo en la sociedad y pueda tener un trabajo digno. Les servimos un plato de comida a cada uno, un postre, agua, se reza y se agradece que estamos comiendo. Estas son las cosas que me gratifican”, había manifestado en una entrevista con Socios del Espectáculo, alejado del mundo de las modelos y la frivolidad.
También pasó sus últimos años dedicándose a la fotografía, una pasión que descubrió de grande y que explotó al punto que llegó a hacer exhibiciones, reconocidas y elogiadas por fotógrafos de la talla de Gabriel Rocca.
Su increíble amor por los perros tal vez explica el hecho de que dos días después de su ACV su perra Helena sufriera lo mismo que él.