“Estamos subsidiando a los ricos que van a la universidad, malgastando dinero”, sostuvo al hablar en la primera jornada del Foro “Renacer de la libertad en Argentina y el mundo”, organizado por la Fundación Libertad y Progreso en el Hotel Hilton de la Ciudad de Buenos Aires.

Al respecto, señaló que de los estudiantes que ingresan a las universidades argentinas sólo el 19% llega a graduarse, contra un 47% del promedio de los países de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos).

Pessino, que fuera funcionaria durante la Presidencia de Carlos Menem cuando el ministro de Economía era Roque Fernández, remarcó que en materia de educación “la política deber ser prevención y pre-distribución antes que redistribución” y que “debe remediarse la situación” de la brecha entre niños de hogares favorecidos y desfavorecidos.

“Hay una brecha enorme entre niños que cuentan con padres más educados y quienes no los cuentan y esa brecha se abre en una etapa muy temprana”, advirtió, al tiempo que instó a “remediar esta situación, porque cuando lleguen a la primaria, van a sentir la falta de habilidades”.

Asimismo, planteó que en el país “tenemos problemas porque los docentes no reciben un sueldo acorde, no se logran los resultados que proponen los programas” y que ante esa situación “los vouchers podrían ser de utilidad”.

Al señalar los “malos resultados”, Pessino remarcó que “en la secundaria aumenta la matriculación, pero después aumenta la deserción porque los estudiantes provenientes de entornos desfavorables no contaban con las habilidades necesarias”.

“Es una tragedia real, estamos formando graduados que luego van a querer irse del país”, alertó, para luego advertir que “hay que mejorar la calidad del gasto, porque gastar más no necesariamente quiere decir mayor crecimiento”.

En el mismo panel, el consejero académico de Libertad y Progreso y del Cato Institute, Martín Krause, Cato Institute, resaltó la tarea de “un grupo de ilustrados” que hace dos siglos pensó un país con “gratuidad en la enseñanza”, con resultados positivos en la reducción del analfabetismo.

Pero luego lamentó que, tras la adopción de una “educación compulsiva”, llegó el populismo y “ese sistema compulsivo se transformó en uno de adoctrinamiento”

Krause criticó la realidad de un sistema que caracterizó como “copado por sindicatos organizados frente a padres que no están organizados”, por lo que planteó “para qué tiene que ser eficiente el sistema”.

Por último, el Premio Nobel de Economía, James Heckman, puntualizó que “todavía hay muchas brechas por saltar en los grupos sociales” y destacó las experiencias realizadas en pequeñas comunidades de Estados Unidos para reducir esas diferencias.

“Hay que cultivar y asumir riesgos, participar para ser seres humanos que puedan florecer y desarrollar su pleno potencial”, aseveró.