FOTO: Rectoría Universidad de Chile

Siete cuadros del artista argentino Ernesto Deira –que constituyen la serie Identificaciones- regresarán al país el viernes próximo en horas de la tarde a bordo de un avión Fokker 130. Durante 50 años estuvieron retenidos en Chile: circulaba la versión de que habían sido destruidos durante la dictadura de Augusto Pinochet. Dos años antes del golpe de Estado a Salvador Allende, Deira había realizado una exposición en la Sala Universitaria de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile, con motivo de la visita de Fidel Castro al país trasandino.

En 2003, la galerista chilena Carmen Waugh comunicó a Felipe Noé -pintor e integrante, junto con Deira, Macció y Jorge de la Vega, del grupo Nueva Figuración- que las siete obras se hallaban en perfecto estado en un depósito del Museo de Arte Contemporáneo, dependiente de la Universidad de Chile. La restitución se produce gracias a las incansables gestiones que llevó adelante la familia del pintor en colaboración con las embajadas y los ministerios de Cultura, Defensa y Relaciones exteriores de Argentina y Chile. Fueron años de lucha contra diversas trabas burocráticas, una batalla que parecía no tener fin.

La agencia Interpol se hará cargo del traslado de las obras al Museo Nacional de Bellas Artes, donde permanecerán, como mínimo, durante los próximos tres años.

“Las obras fueron protegidas por trabajadores del Museo de la Solidaridad chileno. Cuando vieron lo que empezaba a pasar con el arte durante la dictadura de Pinochet tomaron la precaución de guardar esas y otras obras”, comentó Martín Deira, hijo del artista.

Andrés Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes, declaró que “ha sido un acto de justicia y de reparación histórica en tanto Ernesto Deira no había tenido la voluntad de dejar esas obras en Chile, sino que la convulsionada situación a partir del golpe de Estado en ese país le hizo presumir que sus obras estarían destruidas”.