El 26 de octubre, cuatro días después de las elecciones generales, se fotografiaron junto a Massa los mandatarios provinciales Juan Manzur (Tucumán), Axel Kicillof (Buenos Aires), Raúl Jalil (Catamarca), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Saénz (Salta), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Jorge Capitanich (Chaco).

También Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja), Gustavo Bordet (Entre Rios), Arabela Carreras (Río Negro), Omar Gutiérrez (Neuquén), Mariano Arcioni (Chubut), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero ) y Oscar Herrera Aguad (Misiones). Omar Perotti (Santa Fe) participó de manera virtual.

De esa forma, Massa cosechó el apoyo de 19 de 24 mandatarios provinciales. De los que no son peronistas, la mayoría de ellos no se pronunció por nadie y se mantuvieron en una postura neutral.

Sólo el gobernador radical de Corrientes, Gustavo Valdés, envió un guiño a Milei al advertir que la Argentina «necesita un cambio» y mantuvo una reunión con Guillermo Francos, futuro ministro del Interior del libertario si este gana el balotaje.

En tanto, el mandatario electo de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, antes de las generales del 22 de octubre, había dicho que si Patricia Bullrich quedaba fuera del balotaje votaría por Milei, pero luego de que ese escenario quedara confirmado, el radical se declaró neutral.

Gerardo Morales, gobernador saliente de Jujuy y titular de la Unión Cívica Radical (UCR), adelantó que no votará por Milei, a quien criticó fuerte en los últimos días, además de pelearse con Mauricio Macri por su apoyo al libertario.

En Córdoba, el saliente Juan Schiaretti, se plegó a la indefinición, mientras que el entrante, Martín Llaryora, se cuidó de tomar partido, pero el peronismo de su ciudad natal, San Francisco, quebró la neutralidad y se encolumnó detrás de la candidatura presidencial de Massa.