Hoy 24 de marzo de 2023 se cumplen 47 años del golpe de estado que instalo en la Argentina la más feróz dictadura militar que se recuerde en la era moderna de América. Camino al aniversario de los 40 años de la recuperación de la democracia merece esta fecha previa a ese hito histórico hacer algunas reflexiones.
Bajar las banderas
La historia se escribe desde la memoria de los pueblos, pero muchas veces esa memoria se ve sesgada por los procesos coyunturales que la construyen, sucede eso hoy con la valoración histórica de esas circunstancias del pasado en la Argentina.
Hay una deuda pendiente para saldar en nombre de la memoria, la verdad y la justicia con Raúl Alfonsín.
La argentina le debe el reconocimiento de haber sido con su coraje y sus actos políticos el artífice de mucho de los hitos en la construcción del catálogo de derechos que hoy tiene asegurada la República Argentina como valores indiscutibles. También hay reproches para hacerle, pero no es esta la oportunidad de ocuparse de los mismos.
Pero esa deuda no es culpa de la sociedad argentina, que como si voluntariamente quisiera borrar de los anales de la historia la inconmensurable tarea de nuestro primer presidente de la nueva democracia argentina. Se debe en gran culpa a la actitud maniquea y especulativa que el Partido Radical, cuna política de Alfonsín, tuvo durante los últimos años.
Desde 1989 cuando Alfonsín dejo el poder, el radicalismo ha vivido transitando por laberinticos dilemas a lomo de estrategias primero vergonzantes luego especulativas dejando de levantar las grandes banderas de la lucha de Alfonsín durante su presidencia y de esa manera otros movimientos políticos se adueñaron de sus logros, convirtiéndolos así, como propios.
Esa deuda debe ser saldada, primero desde el radicalismo y después desde la sociedad toda.
No puede ser como ha sucedido que muchos radicales tuvieron que dejar el partido radical para poder seguir siendo radicales en virtud de los caminos y el tacticAge de la dirigencia de turno por mantener esquemas mínimos de poder resignando todos los principios éticos y morales que conforman el ADN del Partido Radical.
Como puede ser que el radicalismo se ha dejado de levantar las banderas de los logros históricos del gobierno de Alfonsín.
El 15 de diciembre de 1983 Raúl Alfonsín sancionó el Decreto Nº 187 (publicado en el Boletín Oficial el 19/12/83) por lo cual estableció la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), que estaría a cargo de investigar las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura militar.
Con la firma de tinta y moral de Ernesto Sábato entre otros, el 20 de septiembre de 1984, Sábato le entregó en mano a Alfonsín la investigación escrita que había recopilado, con material probatorio, unos nueve mil casos de desapariciones. El título de ese trabajo fue “Nunca más” y sirvió para el juicio a las Juntas que comenzó en abril de 1985. La consecuencia de ese proceso dictada el 9 de diciembre de 1985 condenó a los miembros de la Junta Militar por la violación de los derechos humanos perpetradas en su gobierno. Como puede ser que el radicalismo se pierda de decir que los juicios a la verdad que sobrevinieron luego durante el gobierno de Néstor Kirchner no son una consecuencia lógica y directa del juicio histórico a la Junta Militar de Alfonsín.
Pero esa no es la única bandera que bajo el radicalismo.
En 1987 por ley 23.511 en la Presidencia del Dr. Raúl Alfonsín fue creado el Banco de Datos Genéticos, con el fin de obtener y almacenar información genética que facilite la determinación y esclarecimiento de conflictos relativos a la filiación.9 En particular la ley hacía referencia a los «niños desaparecidos o presuntamente nacidos en cautiverio» durante la dictadura militar que se sucedió entre 1976 y 1983. Como puede ser que el radicalismo se pierda la oportunidad de decir que la lucha de las Madres y Abuelas de plaza de mayo por la recuperación de los restos de sus hijos y la localización de sus nietos apropiados no es una consecuencia lógica y directa de la ley de creación del Banco de Datos Genéticos creado por Raúl Alfonsín.
Con la Iglesia Católica y buena parte de la sociedad parada de la vereda de enfrente, Alfonsín impulsó y el Congreso aprobó la Ley de Divorcio vincular. El proyecto había comenzado a tratarse en 1986 y finalmente en junio de 1987 se terminó convirtiendo en ley. Luego a través de la Ley 23.264,creo la figura jurídica de Patria Potestad Compartida,con ella el gobierno de Alfonsín le otorgó a la mujer el derecho de poder decidir respecto a sus hijos en igualdad de condiciones con el hombre. Como se puede el radicalismo perder la oportunidad de decir que la Ley de Matrimonio Igualitario es una consecuencia lógica y directa de las leyes de Divorcio Vincular y Patria Potestad compartida dictadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
En cuestiones de política regional y si bien formalmente el Mercosur quedó constituido en 1991, Alfonsín, dio el puntapié inicial con este tema. Desde que asumió, propuso alianzas estratégicas con Uruguay, Paraguay y Brasil. Además, generando un diálogo fluido con estos países vecinos, buscó que la región actuara como bloque para poder hacerse más fuerte a la hora de negociar con otros mercados. Como se puede el radicalismo perder la oportunidad de decir que la integración regional y el Unasur es una consecuencia lógica y directa de la lucha de Alfonsín para la constitución del Mercosur en la década de los 80.
Por eso creo que es importante hoy destacar esos logros, empezando por el mencionado en primer término que tiene el valor de poder decir con orgullo que es nuestro país el único en el mundo que sometió al Gobierno Militar responsable del genocidio más atroz que se recuerde, a un proceso judicial que los condeno contando ellos con todas las garantías constitucionales que les fueron negadas a sus víctimas y que hoy nos permite estar celebrando este aniversario.
No es reprochable a quienes levantan las banderas que otros bajan la de construir la memoria colectiva a su beneficio, es responsabilidad de quien las baja de no haberlas sostenido altas en beneficio de la historia colectiva.
Por eso en este día me atrevo a escribir estas líneas, con el único objetivo de buscar desde el fondo de la memoria la verdad y la justicia.
Damián Itoiz, adherente al radicalismo en 1990 afiliado desde 1992.