La licencia por paternidad es sin duda una de los pilares más débiles en lo que respecta a las políticas de cuidado.

En Argentina, los hombres tienen apenas dos días hábiles para tomarse de forma remunerada, lo que provoca un gran desequilibrio familiar en la llegada del recién nacido. El caso de Argentina no es aislado, ya que se trata de una problemática mundial.

Según datos de UNICEF, casi dos terceras partes de los niños menores de 1 año del mundo (cerca de 90 millones) viven en países donde el padre no tiene derecho a un solo día de licencia de paternidad remunerada.

Son 92 los países que carecen de políticas nacionales que garanticen que los padres dispongan del tiempo libre remunerado adecuado para el cuidado de los recién nacidos.

En Argentina el régimen de licencias contempla 90 días para las mujeres y 2 días corridos para los varones: es la licencia por paternidad más corta de la región.

Estas licencias son sumamente heterogéneas y el derecho de los chicos y chicas a ser cuidados por su familia en los primeros meses de vida varía de acuerdo al tipo de empleo de sus padres: ya sea en sector público o privado, por rama de actividad y, incluso varía por provincia. Las licencias familiares son prácticamente inexistentes y no contemplan a padres adoptivos ni parejas del mismo sexo.

Una empresa extiende 8 semanas de licencia para los padres
Está claro que las escasas políticas de cuidado son una problemática en el país y que afecta de forma directa a la primera infancia. Cada vez son más empresas las que desacatan la ley y otorgan una licencia de paternidad remunerada extendida. Tal es el caso de la multinacional Johnson & Johnson que desarrolló una política parental en la que otorga 8 semanas adicionales de licencia a los empleados cuando son padres.

Nicolás Traverso trabaja hace siete años en la empresa y aseguró que haber tenido una licencia extendida los ayudó para “acompañarnos en momentos en donde tener la energía y poder entregarla directamente a nosotros 3 fue clave para disfrutar plenamente de lo que estamos viviendo como padres primerizos. Como padre, me ayudó a hacer todo lo posible y que estaba a mi alcance para que la madre pudiese recuperarse rápidamente y sin un estrés adicional, sintiéndose plenamente acompañada”.

“Las primeras semanas son las más desafiantes de transitar y éste beneficio logra que puedas estar presente en el momento que realmente más te necesita tu hijo, tu mujer y tu familia”, dijo Kevin Davies quien también gozó de la licencia extendida.

Para Santiago Greppi, que usó parte de la licencia con su segunda hija contó que la experiencia fue “muy positiva. Nos permitió compartir más tiempo juntos, en especial los primeros días de vida de Helena. Es mi segunda hija. Por ahora sólo tomé 10 días, la idea es organizarme junto a mi mujer para poder coordinar su licencia y la mia a fin de sumar más días en casa durante el primer año de vida de Helena”, concluyó.