El dato surge de un relevamiento realizado por el Banco Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, que precisa que la tasa de empleo promedio regional sigue 11 puntos porcentuales por debajo de los niveles prepandemia.
El 25% de las personas que perdieron su trabajo en la pandemia todavía no lo recuperaron
En los países de América Latina y el Caribe 1 de cada 4 personas que perdieron su puesto de trabajo durante la pandemia todavía no lograron recuperarlo y cerca del 50% de los hogares sigue sin alcanzar el nivel de ingreso total que tenía previo a la crisis, según un relevamiento realizado por el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Los datos surgen de las encuestas telefónicas de alta frecuencia realizadas en 24 países de la región en forma conjunta entre ambos organismos.
El informe, denominado “Una recuperación desigual: Tomando el pulso de América Latina y el Caribe después de la pandemia”, fue presentado hoy en una conferencia de prensa.
Allí también estimaron que la tasa de empleo promedio regional sigue 11 puntos porcentuales por debajo de los niveles prepandemia.
En este sentido, se observó que el empleo formal se redujo en 4,8% y aumentó el cuentapropismo y la informalidad, mientras que cayeron un 14% las horas promedio de trabajo semanal, afectando principalmente a las mujeres, las y los trabajadores en edades vulnerables y las personas con menor nivel educativo.
Al respecto, se destacó que las mujeres tuvieron más del doble de probabilidad que los hombres de haber perdido el empleo y más de la mitad abandonó la fuerza laboral por completo, ampliando la brecha existente entre géneros.
Asimismo, el trabajo del BM y el PNUD, reveló que el 60% de las personas que perdió el empleo salió del mercado laboral, lo que también determinó una reducción de la población económicamente activa (PEA).
De igual forma, un segmento importante de la fuerza laboral se desplazó de las empresas más grandes y las medianas hacia las micro y pequeñas empresas, que tienen menos productividad.
En la rueda de prensa que se llevó a cabo de manera virtual, la gerenta del grupo de Reducción de la Pobreza y la Desigualdad del Banco Mundial, Ximena Del Carpio, reveló que alrededor del 24% de los hogares llegó a quedarse sin comida durante la pandemia, con lo que se duplicó la inseguridad alimentaria.
Respecto al impacto de la digitalización en las finanzas, los resultados de la encuesta indicaron que el 49% de los hogares aumentó el uso de servicios y transacciones digitales (banca móvil y páginas web).
“Las billeteras móviles facilitan el acceso a la banca a segmentos alejados de la banca tradicional (personas mayores, con menos educación y poblaciones rurales)”, expresó la economista jefe del PNUD, Marcela Meléndez.
En sintonía, se subrayó que el acceso a internet aumentó significativamente durante la pandemia, y se empezaron a cerrar brechas entre áreas rurales y urbanas (aunque la distancia aún persiste).
En tanto, en la presentación se hizo hincapié en el desafío de reducir las brechas digitales y mejorar la calidad educativa de las grandes mayorías, uno de los principales problemas de la región, que la pandemia puso en evidencia.
“La agenda para salir fortalecidos de esta experiencia, debe basarse en mejorar la calidad educativa, en reformas urgentes para favorecer la inversión privada y la creación de empleo formal y en las oportunidades que ofrece la agenda verde”, concluyó el vicepresidente del BM para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo.