La entidad tomo la decisión luego de que el INDEC informó sobre la desaceleración de la inflación en noviembre en el nivel general del 4,9% y en la denominada inflación núcleo del 4,8%.

En un comunicado la máxima autoridad monetaria consideró que «mantener inalterada la tasa de referencia contribuirá a consolidar la estabilidad financiera y cambiaria y a reforzar la tendencia de gradual desaceleración de la inflación en el mediano plazo».

Tras conocerse los indicadores de la inflación de noviembre, el BCRA mantuvo los límites mínimos de las tasas de interés sobre los plazos fijos de personas humanas, por lo cual se sostuvo el piso en 75% anual para las imposiciones a 30 días hasta 10 millones de pesos.

Esa tasa corresponde a un rendimiento mensual en torno al 6,2% y para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado, la tasa mínima garantizada se establece en 66,5%.

La entidad justificó el mantenimiento de esos niveles de tasas de interés al señalar que «ratifica su política de normalización de la tasa de interés de acuerdo con lo establecido en sus Objetivos y Planes para 2022».

Esa estrategia incluye el objetivo de lograr gradualmente una tasa de interés real positiva para «proteger el ahorro en pesos, así como un instrumento importante para la política antiinflacionaria».

LEÉ: Se desaceleró la inflación en Estados Unidos: ¿por qué puede beneficiar a la Argentina?

El BCRA recordó que «esta política de tasas se desarrolla en activa coordinación con el Ministerio de Economía de la Nación para que la estructura de tasas de interés del BCRA presente una relación razonable con las de las Letras del Tesoro Nacional».

«En línea con los Objetivos determinados por el Directorio del BCRA, se mantiene el compromiso de un monitoreo continuo de la evolución pasada y prospectiva del nivel general de precios y la dinámica del mercado de cambios», agregó el comunicado del BCRA.

El comunicado del Banco Central agregó que la entidad «continuará empleando activamente la tasa de interés de política monetaria, la estructura de tasas pasivas y activas reguladas, así como todos los demás instrumentos disponibles».

Señaló también que observará «atentamente la evolución de los agregados monetarios, así como las intervenciones que apuntan a evitar una excesiva volatilidad financiera que pudiera repercutir negativamente en la formación de precios».