Hoy 24 de marzo, es un día que junto al 2 de abril nos eleva a los argentinos a situarnos por encima de las diferencias q podamos tener. Hablamos del día de la memoria, la verdad y la justicia y lo hacemos en un lugar que no es cualquier lugar, es un espacio que al mencionarlo lo vinculamos espontáneamente a un vecino que quedó grabado en nuestros corazones para siempre: un hijo de nuestra comunidad y como todos saben estoy hablando del querido Beto Mesa.

De esto se trata tener memoria, de anudar recuerdos y traerlos al presente.es decir, poder ver a las nuevas generaciones concurrir al polideportivo ya sea a un evento cultural o deportivo y que ante la pregunta donde se hace? Es en el Beto Mesa.

Y no importa si algún joven no pregunta el porqué del nombre, porque ya quedó inscripto en el inconsciente colectivo, a saber una marca que va construyendo la VERDAD ,sin olvidos, sin desentenderse de los hechos, ni mirando para el costado.de tal manera de ir haciendo JUSTICIA con nuestra historia reciente. ¿Para que se preguntara alguno? Para no volver a repetirla. una historia que gracias al proceso  democrático vamos dejando atrás.

Ahora bien, los derechos humanos implica un concepto muy caro al sentimiento de los argentinos, No podemos ni debemos encorsetarlo en una ideología política, No puede reducirse a ser bandera de un sector ni nadie se puede arrogar ni apropiarse del nombre, porque termina desnaturalizandolo y siendo  un instrumento en detrimento de lo q realmente significa: un derecho de todos.

Desde el Gobierno de Junín, la gestión de Pablo Petrecca se propuso el desafío de abordar las problemáticas actuales que nos propone el siglo 21,es decir enfocarse en los distintos ámbitos donde se vulneran los derechos, hablamos del derecho a la educación, derecho de acceso a la justicia, derecho a la vida, hablamos de violencia de género, de protección al menor, de discapacidades, hablamos de los colectivos postergados, es decir las distintas minorías que si bien han sido visiibilizadas, queda aún un largo camino por recorrer.

El desafío es entender q los derechos humanos de este siglo, son distintos,heterogéneos y requieren políticas públicas inclusivas, abarcativas y por sobre toda las cosas construir desde el amor.

El odio separa, el amor incluye.

El Gobierno de Junin trabaja para eso