La trama inicia con un flashback que se sostiene hasta el final: “Les voy a contar una historia que me pasó en la primavera de 2012, en algún lugar de Buenos Aires”, relata Mónica Farro en un deje de nostalgia con las luces tenues mientras encamina al público a seguir el relato.

La obra maneja un ritmo que permite al espectador adentrarse en un escenario cómico y, a la vez, emotivo. El relato cuenta con tres Premios Carlos a la Mejor Comedia Dramática, Mejor Libro y Carlos de Plata como Obra de la Temporada.

Cabe destacar la labor de los actores: un claro ejemplo es el dúo de Alfonso «Chiqui» Abecasis y Alejandro Müller que abordan la comicidad clásica para sobrellevar un conflicto amoroso.

El eje de la historia se enfoca en la vida de dos hermanos con un vínculo muy particular. Todo está en calma, hasta que uno de ellos comienza un romance virtual con una mujer que decide invitarla a su casa. La cita dará inicio a un plan que puede cambiar la vida de estos hermanos.

Los personajes y la escenografía son facilmente reconocibles por el espectador: una casa convencional que incluye la foto de los padres en balnco y negro y una guía telefónica de hace más de 20 años, entre otros puntos que sitúan en tiempo y espacio al público.

Los actores y el equipo de producción demuestran la capacidad para crear un recuerdo y generar el clima de nostalgia a través de la iluminación y musicalización a cargo de Alejandro Serra. Si bien, el modo de contar es cómico, hay un tinte emotivo que destaca, sin caer en lo dramático.

Para el final de la historia, el público se sorprende con un giro inesperado que da sentido a la composición.

“La cultura siempre salvó a la gente”
Alejandro Müller logra dar una personalidad definida a “Luciano”: “No me resultó tedioso realizarlo, al contrario. Soy muy observador de las personas, me divierto y lo disfruto, ni lo siento como un trabajo. Para mí es más fácil hacer esos personajes, que los ‘normalotes’ y debe ser porque no soy muy normal”, contó Müller, en diálogo con Noticias Argentinas.

“El personaje es de aquellos que me gusta hacer, tiene una vueltita de tuerca, con la que uno puede jugar, sino me aburro un poco”: el actor remarcó que busca interpretar roles con los que se “pueda profundizar un poco más en el encarne”, explicó el intérprete.

El hermano menor es uno de los roles protagónicos y más llamativos de la historia. Tiene problemas de salud mental y Müller lo transita en profundidad. Según el artista, “trabajar eso con el humor, respeto y equilibrio que se debe, implica un tono donde hay que ser muy cuidadoso. Con la ayuda del director, Charly Nieto, apuntamos a eso”.

Al concluir el espectáculo, “Chiqui” Abecasis remarcó “muchas veces hablamos de comedia de autores ingleses y franceses. Hoy hablamos de autores argentinos” y Alejandro Muller agregó “Aguante el teatro argentino”. Al respecto, el actor, en conversación con esta agencia destacó que todas las funciones dice “‘que viva el teatro y la cultura’ porque sin ella un país no puede subsistir”.

“Por más que nos quieren avasallar y tildar de lo que fuera, a la cultura, siempre salvó a la gente, incluso en ocasiones mucho más duras que estas. Pregono que no le demos la espalda a los artistas, no somos enemigos o ñoquis, como muchos de este gobierno nos quieren mostrar. Se mezcla todo, eso no está bien y es peligroso”, apuntó Müller.

Además, el actor habló sobre la situación laboral en la cultura nacional: “Si bien laboralmente soy un privilegiado, en general, el panorama es muy complicado: no se hace ficción y el cine está cada vez peor. La gente tiene miedo de dedicarse a hacer algo así porque nos avasallan todo el tiempo, como es el caso del INCAA y las entidades públicas que son fundamentales”.

El intérprete agregó que quienes trabajan en ámbitos privados “son un porcentaje muy chico, comparado con los compañeros que necesitan del Estado y ocurre en todo el mundo. No es solo porque somos Argentina, Latinoamérica y somos bananeros, como nos quieren hacer creer, al contrario”.

“La cultura Argentina es respetada a nivel internacional, es uno de los países con más producción teatral que existe en el mundo. Me parece una estupidez que suceda lo que ocurre ahora”, concluyó el actor.