Massa, con más experiencia política, supo enviar mensajes a casi todos los sectores productivos que lo escucharon en el mano a mano que compartió con Marcos Pereda, vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina y actual presidente del Cicyp.

Y los avisos fueron bien recibidos. Los referentes de la construcción fueron los que más se exaltaron cuando Massa defendió la obra pública, y destacó los puestos de trabajo que genera, diferenciándose de la postura de Milei que quiere limitar los contratos del Estado con ese sector.

Hubo guiños también para las automotrices y el mercado con Brasil; para los laboratorios, para los industriales y para el campo, el sector más afín al mileísmo a quien le prometió continuar con las bajas de las retenciones. Hubo mensajes para todos y todas.

Con fe y esperanza
En línea con el viejo eslongan de campaña del embajador de Argentina en Brasil Daniel Scioli, quien ocupó un lugar en la mesa de funcionarios de Gobierno, «con fe, con esperanza» fue la idea que presentaron hoy la mayoría de los empresarios que escucharon a Massa y no fueron a ver a Milei.

La diferencia principal de los dos almuerzos fue la presencia de empresarios abiertamente identificados con Massa que no estuvieron en el encuentro anterior. Y en este grupo se identificaron hombres y mujeres de laboratorios, de bancos, de industria. Mientras ayer los empresarios fueron a escuchar a Milei, «a ver si está más despierto que en el debate» confesaron algunos, con Massa fueron a mostrar su apoyo.

En este grupo se lo puede destacar a Francisco de Narváez, quien estuvo sentado en la mesa principal junto a los referentes del G6. Destacó que Massa plantea un Gobierno de unidad nacional para terminar con la grieta. Esto «se resuelve con diálogo y trabajando mucho, convocando a todas las fuerzas políticas y sobre todo al empresariado y a los representantes sindicales, para que codo a codo generemos el empleo que tanto necesita la Argentina», dijo y confirmó ante un pequeño grupo de periodistas entre los que se encontró Noticias Argentina con un rotundo «NO» que no formará parte del Gobierno y del equipo de gestión de Sergio Massa.

«Vine hoy a mostrar mi posición. No estuve ayer porque no apoyo las propuestas de Milei», dijo abiertamente un asistente ante la consulta de Noticias Argentinas.

Otro del sector financiero que tampoco estuvo ayer subrayó que con el candidato de La Libertad Avanza el piso del dólar es de 1.000 pesos y si bien destacó que el sistema se encuentra sólido también recordó el daño que significó para la Argentina la convertibilidad, en alusión a la idea de dolarizar la economía de Milei y su promesa de cerrar el Banco Central.

Hubo también un clima más relajado, más bullicioso y más interesado en saludas al candidato. «La diferencia es que si gana Massa el 20 de noviembre ya tenemos presidente, si gana Milei hay que esperar hasta el 10 de diciembre», dijo entusiasmado un asistente.

Massa dio imagen de unidad y por eso una mesa fue reservada a funcionarios y políticos que han definido su apoyo al oficialismo como Graciela Camaño y Juan Manuel Urtubey que compartieron la comida con el secretario de Industria, José Ignacio «Vasco» de Mendiguren; el director de Aduana, Guillermo Michel; el vicepresidente del Banco Central Lisandro Cleri y el jefe de Gabinete, Leonardo Madcur. «Nos convenciste te vamos a votar», bromeó Camaño junto a Urtubey cuando Massa bajó del escenario.

Incertidumbre
También én hubo empresarios que mostraron su descontento. ¿Por qué no hizo todo esto en este tiempo que estuvo en economía? y en varios tramos de las respuestas de Massa a las preguntas que hizo Pereda (las mismas que ayer le formuló a Milei) cruzaban miradas y sonrisas con pares que no terminan de creerle al candidato oficialista los cambios que propone.

Algunos fueron a un análisis más profundo y explicaron que ambos candidatos van a tener la misma dificultad a la hora de construir equipos y apoyos. «Milei con Juntos por el Cambio y Massa con los distintos frentes del peronismo. ¿Va a romper con La Campora?, ¿les dejará los mismos espacios de poder y gestión?, ¿qué lugar le va a dar al radicalismo?», indicó un hombre vinculado a la industria y que también fue funcionario en distintos momentos de la historia reciente de la Argentina.

Al cierre uno de los líderes de una importante cámara empresarial se acercó a otro y dijo: «Sea cual fuere el resultado del domingo, el lunes los empresarios tenemos que brindarle institucionalidad al que gane, no podemos repetir errores del pasado».

La definición está cada vez más cerca. Aunque muchos también plantearon las consecuencias negativas que puede derivarse de un resultado tan ajustado que deje la definición en el recuento de la Justicia Electoral. «Ese sería el peor resultado, que el domingo no tengamos presidente. Lo importante es que la diferencia no deje duda. Que sea uno u otro pero sin dudas», sintetizó uno de los asistentes.