El equipo galo llegaba a este partido tras el empate 1-1 en la tercera y última jornada del Grupo D ante Polonia, un resultado que terminó clasificándolo a octavos de final como segundo detrás de la sorpresiva Austria.

Enfrente estaba el conjunto de Europa Occidental que realizó una fase de grupos floja con un empate, una victoria ante Rumania y una derrota ante Eslovaquia que lo clasificaron a la próxima fase como segundo del grupo por diferencia de gol.

En un Düsseldorf Arena repleto a la espera de lo que se anunciaba como un gran partido entre dos selecciones de alto nivel en el último tiempo, tanto Francia como Bélgica tuvieron un primer tiempo friccionado con ocasiones aisladas de Marcus Thuram y Kevin de Bruyne, respectivamente, que los arqueros Mike Maignan y Koen Casteels evitaron que sean gol.

En la segunda etapa, el subcampeón del mundo empezó a adueñarse de los hilos del encuentro bajo la conducción de Kylian Mbappé, que tuvo dos remates por encima del travesaño, y empezó a arrinconar al equipo del italiano Domenico Tedesco.

A falta de cuatro minutos, Francia logró romper el cero en una jugada que empezó Jules Koundé por la derecha del área belga. El futbolista del Barcelona de España tocó atrás para Ngolo Kanté que metió el pase al borde del área chica para Randal Kolo Muani.

El futbolista del Paris Saint Germain recibió de espaldas ante la marca de Jan Vertonghen, giró hacia su izquierda y remató cruzado y mordido pero con la fortuna de que la pelota se desvió en el defensor belga y se terminó colando en el segundo palo del arquero Casteels.

Con este resultado, Francia clasificó a cuartos de final tras ocho años y enfrentará, el viernes que viene en Hamburgo, al ganador del duelo entre Portugal y Eslovenia.

Por su parte, Bélgica no pudo repetir lo hecho en las últimas dos ediciones donde llegó a estar entre los ocho mejores y se quedó eliminado por primera vez en octavos de final en toda su historia.