El entrenador de Racing, Gustavo Costas, aseguró este martes que no estuvo “tan nervioso” durante el clásico de Avellaneda, en el que su equipo se impuso por 1 a 0, y sacó chapa al sostner que Independiente estaba «casi regalado en defensa» y podrían haberle hecho dos goles más.
Gustavo Costas sacó chapa tras ganarle el clásico a Independiente: «Ellos estaban casi regalados»
«Son esos días que no querés que se terminen. Quería quedarme en el vestuario de Independiente todo el día. Este partido lo empezamos a ganar el día que perdimos con Godoy Cruz 2 a 0 y la gente empezó a cantar como si fuésemos ganando. Después el banderazo. Los chicos fueron al clásico muy confiados», comenzó Costas.
Posteriormente, analizó el encuentro ante el equipo de Carlos Tevez: “Sabíamos que iba a ser un partido difícil. Independiente venía muy bien. Los primeros 15 minutos iban a ser importante sostenerlos, nos costó pero pudimos hacerlo”.
“El equipo tiene mucha personalidad, había que sacarle la pelota y manejarla nosotros. Ellos marcan mucho en línea y teníamos que aprovechar eso con los movimientos de los dos puntas. Me gustó mucho más el segundo tiempo, el primero fue lindo para los neutrales porque hubo situaciones muy claras”, remarcó.
Por otra parte, Costas reveló que está «contentísimo por el grupo que se armó» y suele hablar con todos los jugadores. «Me dieron más ánimos ellos que yo a ellos, veníamos de perder 2 a 0 y tenía miedo de que eso nos haya golpeado. Que la gente cante como si hubiésemos ganado le dio tranquilidad a los jugadores. Los noté muy bien», señaló.
Sobre la emoción que mostró en la conferencia de prensa después del partido, explicó en diálogo con TyC Sports:»Pensé que nunca iba a volver acá y que no iba a ser tanto el cariño de la gente porque las generaciones pasan y los más chicos que no te vieron jugar ni te conocen. A veces los más jóvenes me abrazan llorando, eso me conmueve. Son cosas que a uno lo van metiendo cada vez más. Este es el desafío más grande y más lindo de mi carrera».
Si bien el próximo objetivo para la Academia será la Copa de la Liga que está en disputa, el entrenador manifestó su deseo a futuro: «Quiero que Racing gane algo internacional. Le ganamos a Boca dos copas que eran de un partido. Hoy Racing le puede competir a River y a Boca, no es como en otras épocas. Pienso que tenemos que pegar el salto, esté quien esté como DT. Tenemos que tener la vara alta».
Por último, el técnico también elogió a varios de los integrantes de su plantel, principalmente a Juan Fernando Quintero, a quien comparó con un ídolo de la institución: «Juanfer es mi Rubén Paz. A veces no querés sacarlo. Él no está jugando al 100% todavía. Es un tipazo, quiere jugar siempre. Yo no lo conocía, lo había enfrentado en Colombia nada más. A veces lo querés sacar porque decís: ‘Ya está’, pero después te hace esos pases y movimientos del potrero, que ya no existen más. Está muy comprometido»
Luego le dedicó unas palabras al goleador Adrián Martínez, quien lleva seis tantos en siete encuentros: «Maravilla es sensacional. Yo lo sufrí en Paraguay, que en una final nos hizo dos goles. Yo lo seguí constantemente. Son esos jugadores que están siempre muy cerca del área y si lo sabés aprovechar te va a rendir».
Además, agregó sobre Roger Martínez y Agustín Almendra: «Yo hablo mucho con Roger. Lo trato de levantar. Con Almendra me pasó lo mismo. Cuando lo veía como hincha decía: ‘Este pibe es crack’. A los jugadores no hay que mentirles, le tenés que decir lo bueno y lo malo. Soy de estar muy pegado a ellos, hasta en su vida privada. Cuando los tengo que cagar a pedos lo hago y cuando los tengo que elogiar también».