El brazo armado del grupo militante palestino Hamás dijo que liberó a dos mujeres civiles en respuesta a los esfuerzos de mediación egipcio-qataríes, y una fuente aseguró a Reuters que eran ancianas israelíes.
Hamás liberó a otros dos rehenes, mientras continúan los bombardeos de Israel
Abu Ubaida, portavoz del brazo armado, declaró en Telegram que había conseguido la liberación de las detenidas «a pesar de la negativa del enemigo a aceptarlas desde el pasado viernes y su negligencia en la cuestión de nuestros prisioneros».
«Decidimos ponerlas en libertad por motivos humanitarios y de mala salud (…). A pesar de ello, el enemigo se negó a recibirlas el pasado viernes», añadió el comunicado.
El brazo armado liberó el viernes a dos estadounidenses, casi dos semanas después de que hombres de Hamás secuestraran a decenas de personas en un asalto transfronterizo el 7 de octubre, en el que murieron 1.400 personas y se tomaron más de 200 rehenes.
Israel volvió a bombardear Gaza desde el aire, mientras sus soldados luchaban contra militantes de Hamás sobre el terreno en incursiones dentro del asediado enclave palestino.
El Ministerio de Sanidad de Gaza informó de que 436 personas habían muerto por ataques aéreos israelíes en las últimas 24 horas, la mayoría de ellas en el sur de la estrecha y densamente poblada Franja de Gaza.
Como indicios de que el conflicto se estaba extendiendo, la aviación israelí también atacó el sur del Líbano durante la noche y las tropas israelíes lucharon contra palestinos en la Cisjordania ocupada, señalaron residentes.
Naciones Unidas dijo que los civiles desesperados se estaban quedando sin alimentos, agua y lugares donde refugiarse del incesante bombardeo aéreo que arrasó franjas del enclave gobernado por Hamás.
A través de uno de los pasos fronterizos de Gaza llegaba algo de ayuda, pero solo una pequeña parte de la necesaria.
Al menos 5.087 palestinos murieron en dos semanas de ataques israelíes, entre ellos 2.055 niños, informó el Ministerio de Sanidad del enclave.
Israel sostuvo que las fuerzas terrestres realizaron incursiones limitadas para combatir a los tiradores palestinos y que los ataques aéreos se centraron en lugares donde Hamás se estaba reuniendo para emboscar cualquier invasión israelí más amplia.
Las incursiones también trataron de recabar información sobre los rehenes retenidos por la organización islamista Hamás, agregó.
El brazo armado de Hamás, las Brigadas Izz el-Deen al-Qassam, afirmó que sus combatientes se enfrentaron a una fuerza israelí infiltrada en Gaza y destruyeron parte del material militar israelí.
El grupo afirmó que la infiltración de lo que describió como una fuerza blindada tuvo lugar al este de Jan Yunis, en el sur de Gaza.
Las Brigadas Al Qassam también remarcaron el lunes que estaban disparando misiles contra las ciudades de Ashkelon y Mavki’im, en el sur de Israel. En el lado israelí sonaron sirenas de advertencia.
Asalto terrestre
A primera hora, el Ejército israelí declaró que había atacado más de 320 objetivos en Gaza en las últimas 24 horas, entre ellos un túnel que albergaba a combatientes de Hamás, decenas de puestos de mando y vigilancia, y posiciones de lanzamiento de morteros y misiles antitanque.
Las tropas y los tanques israelíes están concentrados en la frontera entre Israel y Gaza, pero no está claro cuándo podrían lanzar una invasión terrestre para eliminar a Hamás.
El Ejército más poderoso de Oriente Medio se enfrenta a un grupo que ha acumulado un gran arsenal con la ayuda de Irán, que lucha en un entorno urbano abarrotado y que utiliza una vasta red de túneles.
La Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA) dijo que cerca de 1,4 millones de los 2,3 millones de habitantes de Gaza se encuentran ahora desplazados y que muchos buscan refugio en los abarrotados refugios de emergencia de la ONU.
Israel ordenó a los residentes de Gaza que evacuen el norte, pero la OCHA cree que cientos y posiblemente miles de personas que habían huido están regresando al norte debido al aumento de los bombardeos en el sur y a la falta de refugio.
En la frontera septentrional de Israel con Líbano, el grupo Hezbolá, respaldado por Irán, se enfrentó a las fuerzas israelíes en apoyo de Hamás en la escalada de violencia fronteriza más mortífera desde una guerra entre Israel y Hezbolá en 2006.
A primera hora, la aviación israelí atacó dos células de Hezbolá en Líbano que planeaban lanzar misiles antitanques y cohetes contra Israel, según el ejército israelí. El Estado judío también alcanzó otros objetivos de Hezbolá, entre ellos un complejo y un puesto de observación.
Funcionarios de seguridad iraníes comunicaron a Reuters que la estrategia de Irán consistía en que los grupos que apoya en Oriente Medio, como Hezbolá, realicen ataques limitados contra objetivos israelíes y estadounidenses, pero evitaran una escalada mayor que arrastre a Teherán.
En Cisjordania, ocupada por Israel, murieron dos palestinos en el campo de refugiados de Jalazone, cerca de Ramala, según informó el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Palestina.
Los residentes dijeron a Reuters que las fuerzas israelíes hicieron una redada en el campo y practicaron numerosas detenciones mientras se enfrentaban a hombres armados y a algunos jóvenes que arrojaban piedras. El Ejército israelí emitió ninguna declaración sobre el incidente.
El primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, hizo un llamamiento a la unidad internacional para detener los ataques de Israel en Gaza y permitir la llegada de ayuda. Un segundo convoy de 14 camiones de ayuda entró en el paso fronterizo de Rafah desde Egipto a Gaza el domingo por la noche.
La oficina humanitaria de la ONU informó que el volumen de ayuda que había llegado hasta el momento era solo el 4% del promedio diario antes de las hostilidades y una fracción de lo que se necesitaba. Los envíos de ayuda no incluían combustible.