El expresidente Donald Trump no será sentenciado en su caso penal de Nueva York hasta después de las elecciones de 2024, según una nueva decisión del juez Juan Merchan.

Merchan escribió en una nueva carta que sentenciaría a Trump el 26 de noviembre –si fuera necesario– en respuesta a una petición de los abogados de Trump para retrasar la sentencia.

Trump fue condenado en mayo por 34 cargos de falsificación de registros comerciales para encubrir un pago de dinero a cambio por silencio a una estrella de cine para adultos que alegaba haber tenido una aventura con el expresidente. Pero la sentencia de Trump ha estado en suspenso durante meses después de que los abogados de Trump presionaran para que se anulara la condena debido al fallo de la Corte Suprema sobre la inmunidad presidencial.

Merchan mencionó las próximas elecciones presidenciales en su decisión de retrasar la sentencia, diciendo que parte de sus motivos para hacerlo es evitar la idea de que la sentencia tenga la intención de influir en las elecciones de noviembre.

«Aplazar la decisión sobre la moción y la sentencia, si es necesario, debería disipar cualquier sugerencia de que la Corte habrá emitido alguna decisión o impuesto alguna sentencia ya sea para dar una ventaja o crear una desventaja para cualquier partido político o cualquier candidato para cualquier cargo», escribió Merchan.

Además de posponer la sentencia hasta el 26 de noviembre, Merchan escribió que decidiría sobre la moción de Trump de anular el veredicto debido a la decisión de inmunidad de la Corte Suprema el 12 de noviembre, que también es después de las elecciones.

El portavoz de la campaña de Trump, Steven Cheung, dijo sobre la decisión: «No debería haber ninguna sentencia en la caza de brujas de interferencia electoral del fiscal de distrito de Manhattan».

«Como lo ordenó la Corte Suprema de los Estados Unidos, este caso, junto con todos los demás engaños de Harris-Biden, debe ser desestimado», dijo Cheung.

La decisión de retrasar la sentencia hasta después de las elecciones del 5 de noviembre marca otro retraso que ha sido una característica de todos los casos penales de Trump desde que fue acusado cuatro veces (en Nueva York, en Florida, en la ciudad de Washington y en Georgia) en 2023. El caso de los documentos clasificados de Florida fue desestimado por el juez en julio (aunque el fiscal especial está apelando esa decisión), mientras que los otros dos casos relacionados con el 6 de enero están en el limbo y no avanzarán antes de las elecciones.

La única acusación formal que fue a juicio este año fue el caso de Nueva York por un supuesto pago para comprar el silencio, que terminó con el veredicto de culpabilidad de mayo. Ahora, la sentencia en ese juicio (con la pregunta inminente de si se impondrá una pena de cárcel) no se producirá hasta después de las elecciones, si es que se produce.

Merchan reconoció la naturaleza histórica del juicio de Trump por el supuesto pago para comprar silencio ​​en su decisión de retrasar la sentencia del expresidente hasta después de las elecciones.

«Este caso es único, en un lugar único en la historia de esta nación, y este Tribunal lo ha presidido desde su inicio, desde la lectura de cargos hasta el veredicto del jurado y una gran cantidad de mociones y otros asuntos intermedios. Si este Tribunal decidiera, después de una cuidadosa consideración de la decisión de la Corte Suprema en el caso Trump, que este caso debe seguir adelante, se enfrentará a una de las decisiones más críticas y difíciles que enfrenta un juez de primera instancia: la sentencia de un acusado declarado culpable de delitos por un jurado unánime de sus pares», escribió Merchan.

«Los miembros de este jurado trabajaron diligentemente en este caso, y su veredicto debe ser respetado y abordado de una manera que no se diluya por la enormidad de la próxima elección presidencial», continuó. «Asimismo, si es necesario, el acusado tiene derecho a una audiencia de sentencia que respete y proteja sus derechos constitucionales».

Esta es la segunda vez que Merchan posterga la sentencia en el caso. Merchan retrasó su sentencia inicial en julio por dos meses después de que los abogados de Trump le pidieran que anulara el veredicto de culpabilidad a la luz del fallo de la Corte Suprema sobre la inmunidad presidencial.

La semana pasada, Trump intentó trasladar el caso estatal a un tribunal federal, citando la decisión de la Corte Suprema este verano sobre la inmunidad presidencial, pero un juez federal rápidamente denegó la solicitud sin considerar más argumentos de Trump o del fiscal de distrito de Manhattan. Los abogados de Trump están apelando ese fallo.

Después de presentar esa petición federal, el equipo legal de Trump también le pidió a Merchan que dejara que ese litigio se llevara a cabo en un tribunal federal y se abstuviera de emitir una decisión sobre la inmunidad presidencial. Merchan destacó los intentos de trasladar el caso a un tribunal federal en su carta del viernes.

Los abogados de Trump han argumentado que la acusación debería ser desestimada o al menos su condena debería ser anulada porque el fallo de la Corte Suprema sobre la inmunidad presidencial implica que ciertas pruebas del juicio, como el testimonio de la exasistente de la Casa Blanca Hope Hicks y los tuits que Trump envió mientras estaba en el cargo, no deberían haber sido presentadas ante el jurado.

Los fiscales han respondido que la condena debería mantenerse y que la evidencia presentada en el juicio fue «abrumadora».

Merchan había dicho que se pronunciaría sobre la cuestión de la inmunidad el 16 de septiembre. Había planeado sentenciar a Trump, si fuera necesario, dos días después.

Pero los abogados de Trump le pidieron a Merchan que pospusiera esa fecha hasta después de las elecciones, argumentando en parte que no tendrían tiempo suficiente para apelar la decisión del juez. Los fiscales escribieron en respuesta que dejarían en manos de Merchan la decisión sobre la fecha.

La demora significa que la condena penal de Trump, que dominó tanto el tiempo de Trump como el ciclo de noticias durante la primavera, no volverá al primer plano de la campaña presidencial durante las últimas semanas de la contienda. También podría significar que la elección no interferirá con ninguna sentencia que Merchan pueda imponer.

Trump podría ser sentenciado a hasta cuatro años de prisión, pero Merchan no está obligado a condenar a Trump a prisión, y podría optar por imponer una sentencia menor, como libertad condicional, arresto domiciliario, servicio comunitario o una multa.