“Ya no tenía ganas de pelear después de menos de un minuto. Recibí un golpe en la nariz y perdí el equilibrio, no respiraba así que dije basta”, explicó la boxeadora de 25 años al medio La Stampa.

Carini apenas duró 45 segundos en su pelea ante la argelina Imane Khelif, ya que debido a tan solo un puñetazo en la cara de la africana, la italiana decidió abandonar el combate en el cual alegó que se sintió “mareada”, lo que le impidió continuar.

“Quería subir al ring. Pensé en mi padre, que es un ejemplo de vida para mí, y en los esfuerzos que hice para estar aquí. Para mí, estos eran mis Juegos Olímpicos y quería correr el último kilómetro”, aseguró sobre la polémica que desató un debate de género en el deporte mundial.

Tras el efímero combate se acusó a la argelina de ser ilegal su participación, ya que se la consideró erróneamente una mujer trans. No obstante, ella afirmó que era mujer cis desde su nacimiento, algo que no le impedía participar.

Sin embargo, la polémica salió a la luz cuando se conoció que Khelif fue rechazada en varios campeonatos mundiales por no dar buenos resultados en sus estudios de género, los cuales arrojaron que presentó mayor presencia de testosterona que “lo normal”, por lo que no pudo competir.

Para los Juegos Olímpicos de Paris 2024 se pasó por alto esto y la argelina consiguió meterse en la competencia, algo que molestó a Carini cuando le tocó enfrentarse a ella por “la diferencia de fuerza entre ambas”.