Una casa ubicada en la ciudad de Junín, diseñada y construida por argentinos, fue reconocida con uno de los premios internacionales más importantes en el ámbito de las propiedades de lujo. Se trata de Casa Orilla, un proyecto del estudio de arquitectura Leone Loray, que recibió el reconocimiento en la categoría “La mejor residencia individual de lujo” (Best Luxury Single Residence) por el premio Luxury Lifestyle Awards.
El galardón es un premio global con sede en Nueva York que reconoce proyectos en una amplia gama de industrias alrededor del mundo: desde hoteles, hasta desarrolladores inmobiliarios, arquitectos y diseñadores. El jurado encargado de evaluar analizó a más de 10.000 propiedades y servicios en 400 categorías de 60 países; el resultado de ese trabajo fue un listado que funciona como directorio con los mejores productos y servicios relacionados con el lujo en el mundo.
La casa recibió el reconocimiento en la categoría “La mejor residencia individual de lujo”
En este caso, se trata del segundo reconocimiento otorgado a este estudio de arquitectura argentino en el 2024, ya que, unos meses atrás, “Casa Yusan” obtuvo el premio internacional Luxury Lifestyle Awards en la categoría de Villa Luxury Architecture.
El estudio Leone Loray está formado por un equipo de 30 profesionales, entre los que hay arquitectos, interioristas, ingenieros, paisajistas y administrativos que se especializan en desarrollar proyectos premium a medida para cada cliente: “No manejamos un genérico, sino que para nosotros lo importante es conocer al cliente y construir la casa deseada. En Casa Orilla hicimos hincapié en entender la personalidad de los dueños de la vivienda y reflejarla en la arquitectura y el diseño”, señala Juliana Virla, directora de interiorismo del estudio.
Llevan más de 10 años en el mercado y se encuentran trabajando en varios países, entre los que se enumeran Argentina, Estados Unidos, Italia y Uruguay. Empezaron en Canning, pero ahora se están expandiendo a otras zonas y no sólo al desarrollo de vivienda, sino también a proyectos gastronómicos y comerciales.
La casa cuenta con espejos de agua en ambas fachadas. Se encuentra ubicada en las afueras de Junín, Provincia de Buenos Aires
¿Cuál es la personalidad de la casa premiada?
Casa Orilla está ubicada en Junín, Provincia de Buenos Aires, en un predio a las afueras de la ciudad. Se levantó en un espacio verde, que contaba con construcciones preexistentes y que suma 530 m² (sin tener en cuenta las construcciones exteriores de piletas).
“La premisa principal de la casa era la ruptura entre la división del interior y el exterior: buscamos potenciar la naturaleza y llevarla dentro de la vivienda. De ahí surge el nombre del proyecto, Casa Orilla, que refleja el límite entre el mar y la arena”, explica Nadia Navarrete, directora de proyecto creativo.
Para lograr esta idea en todo el diseño, la casa se levanta en una única planta en formato longitudinal, lo que permite que todos los espacios estén conectados con el exterior y que tengan una visual hacia un lado y otro del terreno. En lugar de contar con una nave central, la casa se levanta en dos bloques, que tienen dos niveles (con una pequeña diferencia de tres escalones, pero que conforman una sola planta) que ayudan a distinguir la parte pública de la privada.
En el área externa de la casa, en ambas fachadas, se puede apreciar un sector de piletas de agua de borde infinito que genera amplitud y sensación de algo sin límites con el entorno, “que afirman aún más, que es una casa que vive tanto del interior hacia el exterior, como así también desde el exterior al interior”, explica Virla y agrega: “Los espejos de agua permiten lograr esa continuidad, así como también el vidrio que rodea la casa y genera una visión más limpia del exterior”.
La habitación principal tiene una decoración de inspiración oriental
¿Cómo es por dentro la casa?
La casa cuenta con dos vistas frontales con techo a dos aguas, que buscan respetar y dialogar con las construcciones del entorno que marcaban un estilo previo definido. También se eligió una paleta de colores que logró una cáscara negra, envuelta por una serie de parasoles de madera y muros de piedra.
“Predomina un estilo oriental, principalmente japonés, que se ve en los espacios limpios, sin sobrecarga de información”, señala Navarrete y agrega: “Elegimos este estilo porque permite transmitir un sentido de tranquilidad y calma, algo que los clientes de esta casa nos estaban pidiendo y era el motivo por el cual la estaban construyendo”.
La vivienda está en una sola planta, tiene un área principal donde se encuentran conectadas la cocina, el living y el comedor; en el sector sur de la edificación se encuentran las áreas de servicio y accesos vehiculares; el área de dormitorios está compuesta por dos habitaciones amplias con vestidor y baño en suite.
(Nota de María Josefina Lanzi, para La Nación)