La subasta iba a estar a cargo de la casa parisina Aguttes y se iba a llevar a cabo el 6 de junio, pero se terminó dando marcha atrás por la demanda de los herederos de Maradona, quienes alegaron que el Balón de Oro había sido robado de una caja fuerte de un banco de Nápoles en 1989.

Gilles Moreu, abogado de los herederos de Maradona (Diego, Dalma, Gianinna, Jana y Diego Fernando), le dijo a EFE que “nos satisface esta decisión que responde a nuestras demandas y tranquiliza a mis clientes. En el plazo fijado de tres meses, presentaremos las alegaciones pertinentes”.

De todas maneras, Moreu advirtió que espera “una batalla larga” para definir quién es el propietario del trofeo ya que hay dos procedimientos: uno por la vía penal y otro por la civil.

Este Balón de Oro no es el que se le entrega al mejor jugador del mundo como ocurre en la actualidad, ya que en la época de Maradona este galardón era solo para jugadores europeos, sino el astro argentino lo ganó tras haber sido elegido como el mejor jugador del Mundial de México 1986 que ganó con la Selección argentina.

En aquella histórica gesta, “Pelusa” tuvo una de las mejores actuaciones individuales en la historia de los mundiales, en el que anotó cinco goles y repartió cinco asistencias en siete partidos.

Maradona también recibió un Balón de Oro honorífico, en 1995, como reconocimiento a su trayectoria.

El Balón de Oro por su actuación en México había desaparecido en 1989, cuando fue robado por ocho integrantes del clan italiano Giuseppe Misso, quienes atracaron el banco donde estaban los trofeos de Maradona.

Finalmente, fue encontrado a principios de 2016 y el 2 de abril de este año el medio francés L´Equipe confirmó su autenticidad.

Se estimaba que el precio del trofeo en la subasta iba a ser de entre 12 y 15 millones de euros.