Se trata de «Pobreza CEO», de Carlos Clementt que simboliza el grito de protesta contra la teoría económica del derrame. Será exhibida entre el 10 y el 20 de octubre de este año en la sede de Naciones Unidas tras ser elegida entre más de 3.000 obras de todo el mundo.
La ONU seleccionó la obra de un artista rosarino para exhibirla en Ginebra
La obra del artista plástico rosarino, Carlos Clementt, «Pobreza CEO», que simboliza el grito de protesta contra la teoría económica del derrame, será exhibida entre el 10 y el 20 de octubre de este año en la sede de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra (Suiza), tras ser elegida por ese organismo, entre más de 3.000 obras de todo el mundo.
La obra fue seleccionada en la categoría Justicia Económica en el marco de la convocatoria #ImagineEquality, que lanzó el Instituto de Investigación de Naciones Unidas para el Desarrollo Social (Unrisd), al cumplir los 60 años de su fundación.
La convocatoria mundial a los artistas se hizo a través de las redes sociales bajo la consigna «#ImagineEquality: Liberar el poder de la imaginación para crear un mundo mejor», y es la primera vez que un artista plástico de la ciudad de Rosario, es elegido por la ONU, para exponer su arte a nivel internacional.
Del jurado participaron integrantes de la ONU y artistas internacionales y el resultado de la competencia fue anunciado por Unrisd el 18 de septiembre pasado.
La obra
La obra de Clementt consiste en un cuadro de un metro por un metro, hecho sobre chapadur, con collage y técnicas mixtas, que será exhibida en Ginebra del 10 al 20 de agosto del este próximo, según dijo el artista rosarino, de 67 años, a la agencia Télam.
«Mi particularidad es que pinto sobre soportes no convencionales, uso material que voy encontrando en la calle, que otros desechan, lo resignifico y luego convierto en obras de arte», explicó el artista.
La convocatoria de la ONU le llegó hace dos meses «y entonces decidí enviar un cuadro que realicé en el año 2021, inspirado en los Panamá Papers, las denuncias de evasión de impuestos y lavado de dinero».
«Todo eso produjo en mí y en mucha gente una gran indignación y lo terminé plasmando en una obra que denominé «Pobreza CEO», que ahora fue elegida entre más de 3.000 obras de todo el mundo por la ONU», subrayó el artista, al hablar de su obra, una crítica a lo que se conoce como efecto derrame, que propone reducir los impuestos a las empresas y a los sectores más poderosos de la sociedad para estimular la inversión empresarial a corto plazo y beneficiar a la sociedad en general a largo plazo, lo que en la práctica no sucede.
«La verdad, no esperaba este reconocimiento internacional y me llena de orgullo que mi obra haya sido elegida entre innumerables pintores y artistas plásticos de Europa, Asia, África y América», sostuvo Clementt.
En el centro del cuadro aparece «el rostro distorsionado de una persona gritando» y «ese grito que se puede asociarse al ´Grito de Munch´ -del pintor noruego Edvard Munch- es de indignación, es de protesta por la angustia que provoca esa gran mentira de la ´teoría económica del derrame´», sostuvo.
En ese cuadro, él imagina además «un mundo donde la concentración de la riqueza no esté en manos de unos pocos, que los que menos tienen puedan cubrir sus necesidades y no queden mirando el oro que derraman los poderosos», agregó.
Clementt inició su carrera como artista hace 30 años pintando tablas de surf en Brasil y hoy, entre otras actividades, da clases de arteterapia en instituciones que tratan adicciones a las drogas en Rosario.
«Uso el arte para que estas personas con problemas de adicción, empiecen a abrirse y a expresarse», explicó el artista y señaló que las herramientas que utiliza para pintar los cuadros «tampoco son muy convencionales».
«Uso mucho látex que sobra de las pinturas de las casas, empleo espátulas para decorar tortas y las que utilizan los pintores de brocha gorda, además de escobillas para limpiar vidrios», reveló.
En el marco de esta competencia, Argentina y Camerún son los únicos dos países con cuatro artistas seleccionados por el Unrisd.
En el caso de la Argentina, además de Clementt, fueron elegidos en otras categorías, los trabajos de los argentinos Otto Soria, con su obra «Sube baja»; Priscila Freire, con «Hospital cerrado», y Rubén Barrio, con «El grito de la libélula».