El delantero de la Selección argentina Lautaro Martínez dio detalles de la charla que mantuvo con Gonzalo Montiel en la previa del penal que el ex River le convirtió a Francia para darle a la “Albiceleste” su tercera Copa del Mundo en Qatar.
Lautaro Martínez sobre el penal de Montiel ante Francia: «Yo quería patearlo»
El atacante de 26 años reveló intimidades de lo que fue la previa de los penales ante Francia donde confesó que Gonzalo Montiel “estaba mal, llorando en el momento que Scaloni da el orden de los pateadores».
«Yo estaba 5° como contra Países Bajos y Cachete estaba 4°. Cuando vamos caminando, el técnico le sigue preguntando si estaba bien. Cuando el Dibu ya había agarrado uno, le pedí que me dejara 4°. Arrancó a caminar y me decía que no con la cabeza. Yo quería patearlo. O que erre y que llegue al quinto (risas). Ya tenía decidido: si me tocaba, iba a patear fuerte, arriba, a la izquierda del arquero. Más abierto porque Lloris no se tira alto. Y siempre esperaba un poquito. No me iba a frenar, porque imaginaba que me había visto en cuartos. Ya tenía la decisión” agregó el ex Racing.
Luego, Lautaro Martínez comentó como vivió su lesión en el tobillo que apareció en el segundo semestre del 2022 en el Inter de Milán y se acrecentó en pleno Mundial: «No quería parar porque Inter también tenía a (Joaquín) Correa y (Romelu) Lukaku lesionados. Quedaba yo solo de delantero. Estuve jugando vendado, con pastillas, infiltrándome. Ahora tengo el mismo problema, pero en los descansos post Mundial y en las vacaciones después de la final de Champions no hice nada”.
«En Inter seguía jugando de la misma manera. Hasta antes de la final de la Champions tomé medicamentos para poder jugar. Antes del partido con Emiratos Árabes hablé con Scaloni y le pedí por favor que me deje descansar para llegar bien al Mundial. Con Arabia también me dolía, me infiltré. También con México y después no daba para más» añadió el atacante bahiense.
Además, el delantero de la Selección argentino describió como el dolor de la lesión le impedía rendir al ciento por ciento: «El dolor no me permitía entrenar, patear de empeine. A veces en algunos movimientos de frenar y volver a arrancar me hacía ver las estrellas. Seguía intentando, pero después se me hizo imposible. Quería ponerme más y más, pero el tobillo perdía sensibilidad. Era muy difícil jugar de esa manera”.
“Me encerraba, lloraba, la pasaba mal en la habitación. Hice venir mucho a mi familia, a mi hija, para que estén cerca. Necesitaba ese toque de felicidad y cariño que te da la familia en esos momentos. Por suerte los tenía cerca. Esos momentos malos en la habitación trataba de pasarlo con ellos. Fue difícil porque me tocó ser el goleador de la era Scaloni hasta la previa» concluyó el futbolista formado en Liniers de Bahia Blanca.