Menos de un mes queda por delante para las elecciones presidenciales del próximo 22 de octubre y con el recuerdo de la victoria de Javier Milei en las PASO aún fresco, tanto Sergio Massa como Patricia Bullrich redoblan sus esfuerzos de cara al tramo final de la campaña proselitista para evitar que el líder libertario se acerque a un eventual triunfo en primera vuelta.
Massa y Bullrich pulsean por ingresar al balotaje, mientras Milei coquetea con la burocracia sindical
El objetivo de ambos, de Massa y de Bullrich, parece estar claro hoy: llegar a un balotaje para competir mano a mano por la Jefatura de Estado en esa instancia, muy probablemente, contra Milei. El creador de La Libertad Avanza, mientras tanto, busca robustecerse tendiendo lazos con referentes sindicales harto enquistados en el poder, como Luis Barrionuevo, más allá de su permanente discurso «anti-casta».
En una misma semana en la que su ex empleador en Corporación América Eduardo Eurnekian lo tildó de «dictador», Milei demostró que en la política la necesidad también tiene cara de hereje y estrechó relaciones con el gastronómico Barrionuevo y con el jefe del gremio de la construcción, Gerardo Martínez, después de que el peronismo advirtiera que en esta ocasión no le cuidará las boletas en el cuarto oscuro como sucedió en las PASO.
De todos modos, da la sensación de que el floreciente vínculo entre el libertario y ambos popes sindicales -a los que podrían sumarse otros incluso- trasciende el aspecto estrictamente referido a la fiscalización electoral de cara a los comicios del mes que viene y a una eventual segunda vuelta, prevista para el próximo 19 de noviembre: «Milei está buscando gente para armar su Gobierno por si llega a ganar y lo que Barrionuevo hace es tender un puente, diciéndole al resto, ‘Después cruzamos todos’. Está Facundo Moyano en ese grupo también», dijo a Noticias Argentinas una fuente gremial.
«Hay mucho nerviosismo, esta movida de Barrionuevo desequilibró el escenario, porque le levantó la mano a ‘Wado’ y al otro día estaba con Milei», agregó la fuente, en alusión al respaldo que el líder gastronómico le había dado meses atrás a Eduardo de Pedro, cuando el ministro del Interior amagaba con competir este año por la Presidencia de la Nación. «Lo que ocurre con el sindicalismo es que está muy desgastado, con la inflación que tenemos y con la economía prendida fuego. Entonces, no hay un direccionamiento del voto. Las cúpulas sindicales dicen que hay que votar a Massa, pero en las bases votan a Patricia o a Milei», planteó.
«Me parece que el kirchnerismo debería jugar más a fondo, este es el momento de sacar la reducción de la jornada laboral», sostuvo la fuente consultada por NA y añadió: «Muchos dirigentes sindicales no lo ven tan firme a Massa. El peronismo también se desgastó en estos cuatro años y creo que Massa debería apelar al voto emocional, ‘Es la locura o nosotros’, porque con el voto racional no llega a la segunda vuelta», subrayó.
En los últimos días, el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria (UxC) lanzó medidas una tras otra y le imprimió una marcha más al plan «pesos para todos» de cara a las elecciones, exigiendo la máquina en jornadas de largo aliento en las que se ubica como el protagonista central de la campaña proselitista del oficialismo. Nadie podrá reprocharle al final de la contienda que no entregó lo máximo de sí mismo en pos de mantener al peronismo en el poder.
Una cruzada similar, aunque obviamente sin el generoso sostén del aparato estatal respaldándola, lleva adelante hoy Patricia Bullrich. Su meta es prácticamente idéntica a la que persigue Massa: aplacar la efervescencia en torno de la figura de Milei en las próximas semanas, evitar que se fortalezca y así alejarlo de la posibilidad de ganar en primera vuelta.
Bullrich toma impulso en la campaña
Tras la ruidosa victoria del líder libertario en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto último se abrió un camino de cara a los comicios generales que encuentra actualmente tanto a Massa como a la candidata presidencial de Juntos por el Cambio (JxC) pulseando por un mismo objetivo: alcanzar el balotaje. Uno de los dos, en definitiva, quedará relegado, si es que en efecto logran forzar a Milei a que compita en esa instancia decisiva en noviembre.
Bullrich también se mostró sumamente activa en los últimos días, tras recibir al fin el apoyo que esperaba de parte de Mauricio Macri. El ex mandatario se involucró de lleno en la campaña y salió a confrontar con Milei, aunque siguiendo un libreto distinto del que eligió el oficialismo en su afán de rivalizar con el diputado nacional de LLA. El líder del PRO plantea que una sola persona no puede generar un cambio en la Argentina, mientras insiste en destacar el potencial de los equipos técnicos que rodean a la ex ministra de Seguridad. Por su parte, UxP sostiene lisa y llanamente que reinará el caos en el país si gana el libertario.
Luego de subirse al escenario vencedor tanto en Santa Fe como en Chaco días atrás, Bullrich espera levantarle la mano a Alfredo Cornejo este domingo al término de las elecciones provinciales en Mendoza, mientras en su entorno aseguran que luego de un primer impacto negativo tras el resultado de las PASO, su figura se revitalizó en las últimas semanas. «Nosotros lo que estamos viendo en encuestas y a partir de consultas con grupos focales es una recuperación de Patricia y un estancamiento del fervor en torno de Milei», sostuvo una fuente de JxC consultada por esta agencia.
«Después de los triunfos en Santa Fe y en Chaco y de la incorporación de (el economista Carlos) Melconian, Patricia tomó otro impulso en la campaña», planteó y agregó, de cara a los comicios de octubre: «Nosotros tenemos que ir a buscar al electorado nuevo, al que no fue a votar en las PASO, o al que se distanció de Juntos por el Cambio con motivo de la interna», en referencia a la compulsa entre Bullrich y el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
La misma fuente remarcó que «una Patricia fuerte» es necesaria también en la provincia de Buenos Aires para traccionar la boleta que encabeza Néstor Grindetti como candidato a gobernador. «Los únicos que le podemos ganar a (Axel) Kicillof somos nosotros y Kicillof lo sabe», dijo. «Ellos (por UxP) tienen un piso alto, pero un techo bajo y nosotros no vemos que tengan demasiados argumentos para crecer desde agosto para acá», acotó.
«Está claro que la estrategia nacional del oficialismo es polarizar con Milei, pero en la Provincia Milei salió tercero y ahí Juntos por el Cambio tiene mucho para crecer», indicó. «En zonas del conurbano, el votante de La Libertad Avanza tiene un perfil parecido al del votante kirchnerista: son pibes, gente joven, y clase media baja. En la franja oeste de la primera sección electoral y en la tercera el voto kirchnerista se desplomó y si el kirchnerismo sigue en declive, no pareciera que eso fuera a cambiar ahora en octubre», manifestó la fuente consultada por Noticias Argentinas.
«Nosotros sumando dos o tres puntos más estamos para ganarle a Kicillof», recalcó, en referencia al actual mandatario bonaerense. «Lo que nos indican los grupos focales es que (Carolina) Piparo (de LLA) no retiene todos los votos de Milei; al menos dos de cada 10 votantes de La Libertad Avanza podrían cambiar su voto a Juntos por el Cambio si ven que nosotros estamos más cerca de ganarle a Kicillof», agregó. «Y creemos que el voto de octubre será más racional y pensado», insistió.
Finalmente, subrayó: «Nosotros tenemos que hablarle al sector más reflexivo de la sociedad, cuando Milei se la pasa diciendo que quiere combatir a la casta y después va a sacarse una foto con Barrionuevo, que pedía dejar de robar por dos años en el país». Y completó diciendo: «Si ganamos en la Provincia y el kirchnerismo también pierde en la Nación, no van a tener un lugar donde refugiarse, no van a poder repetir en la Provincia lo que hicieron en La Matanza en 2015», cuando Cambiemos se impuso en las elecciones.