La líder ultraderechista dijo que los italianos le confiaron «una responsabilidad importante», luego de que Hermanos de Italia se posicionara como el primer partido con el 26% de los votos, escoltado por la coalición Liga, que llegó al 8,9%
Meloni prometió «restituir dignidad y orgullo» tras vencer en las elecciones
La líder ultraderechista Giorgia Meloni, ganadora con su partido nacionalista Hermanos de Italia de las elecciones que el pasado domingo renovaron el Parlamento, prometió este lunes «restituir dignidad y orgullo» al país y anunció que aspira a formar un Gobierno junto a sus aliados de la Liga y Fuerza Italia para «unir» al país, mientras el centroizquierdista Partido Democrático advirtió que le hará una «oposición dura e intransigente» al nuevo Ejecutivo.
«Los italianos nos confiaron una responsabilidad importante. Ahora será nuestra tarea no desilusionarlos y hacer el máximo para restituir dignidad y orgullo a la nación», planteó este lunes Meloni a través de la red Facebook.
A la espera del escrutinio definitivo, Hermanos de Italia se posicionó como el primer partido con el 26% de los votos, liderando la coalición de ultraderecha en la que la Liga llegó al 8,9% y Fuerza Italia al 8,3%, con más del 90% de las mesas escrutadas.
«Italia nos eligió y no la traicionaremos. Si somos llamados a gobernar lo haremos para todos los italianos con el objetivo de unir este pueblo y exaltar lo que nos une en vez de lo que nos divide», agregó este lunes en redes sociales, cuando los datos oficiales ubican a su alianza con una proyección de más del 50% de las bancas en cada cámara.
«Haremos que los italianos estén orgullosos de nuevo de serlo», agregó luego Meloni, romana de 45 años, a sus
Según proyecciones del Ministerio del Interior con el 90% de las mesas escrutadas cerca del mediodía italiano, la ultraderecha se quedaría con alrededor de 236 de los 400 diputados y 114 de 200 senadores.
«De los italianos llegó una indicación clara: un Gobierno de centroderecha guiado por Hermanos de Italia», había destacado Meloni esta madrugada al conocerse los primeros datos del escrutinio.
Meloni, que más que duplicó a sus socios de coalición, deberá ahora consolidar los apoyos dentro de la alianza de ultraderecha para poder mostrarse ante el presidente Sergio Mattarella como una opción real de formar un Gobierno estable que se asegure el respaldo de al menos la mitad más uno de los miembros de cada Cámara.
Este lunes, el líder de la Liga Matteo Salvini fue el primero de los referentes de la ultraderecha en analizar la victoria y prometió que con la coalición habrá «Gobierno para cinco años», en referencia a la duración del Parlamento elegido el pasado domingo.
«Hay un gobierno elegido por los ciudadanos con una mayoría clara de centroderecha en Diputados y Senadores. Por al menos cinco años espero que no haya cambios y pondremos en el centro solo las cosas para hacer», agregó Salvini.
El líder de la Liga, que busca ser nombrado ministro del Interior para desplegar su política contraria a los inmigrantes y a las personas rescatadas en alta mar, planteó en una declaración desde la sede partidaria su reconocimiento a la elección de Meloni.
«Giorgia estuvo muy bien, trabajaremos juntos muy bien por mucho tiempo», dijo.
Salvini planteó además que «Italia tiene 5 años de estabilidad adelante» en caso de que, como se espera, la derecha pueda formar un nuevo Gobierno.
De todos modos, el líder de la Liga reconoció que no se siente satisfecho con no haber llegado al 10% de los votos, un piso que buscaba alcanzar para negociar mayor presencia en el eventual gabinete derechista. La Liga alcanzó el 8,9% de los votos mientras que la otra pata fuerte de la coalición, Fuerza Italia de Silvio Berlusconi, llegó al 8,3% y logró que el histórico dirigente de 85 años consiguiera una banca al Senado.
De acuerdo a la Constitución italiana, se inicia ahora un proceso para la formación de Gobierno que puede durar un mínimo de tres semanas antes de que un Ejecutivo pueda presentarse en el Parlamento a buscar el voto de confianza de las dos Cámaras.
Meloni podría convertirse entonces en la primera mujer premier de la historia del país, tras unas elecciones que sin embargo estuvieron marcadas por la abstención más alta de la democracia republicana iniciada en 1948.
En segundo lugar se ubicó una alianza de centroizquierda que tuvo como eje al Partido Democrático (PD), que con cerca del 19% de los votos permanece como la segunda fuerza a nivel singular, aunque lejos de las aspiraciones.
«Es un resultado que obviamente no nos satisface», reconoció este lunes el expremier Enrico Letta en conferencia de prensa, al tiempo que se reconoció como «la primera fuerza de oposición» un rol que buscará disputar con el Movimiento Cinco Estrellas, tercer partido más votado el pasado domingo.
«Haremos una oposición dura e intransigente con todas nuestras fuerzas frente a una derecha que recibió un mandato claro para gobernar los próximos años», adelantó Letta, que además aseguró que no buscará reelegir como máxima autoridad del PD sino que dará espacio «a las próximas generaciones».
«No permitiremos que Italia se vaya del corazón de Europa ni que se suelte de los valores europeos», advirtió luego el líder del PD, reforzando su pertenencia al bloque continental alineado con Bruselas y frente a la postura crítica con el bloque de la alianza de ultraderecha ganadora.
En el Cinco Estrellas, en tanto, el jefe político Giuseppe Conte fue la voz cantante de la satisfacción por quedar posicionados como tercera fuerza en el país y «primer partido en el Sur», a partir de los buenos resultados en Nápoles y la región Campania con los que buscan discutirle a Letta el rol de líderes de la oposición.
Tras las elecciones, la nueva composición del Parlamento se reunirá el 13 de octubre para elegir a sus autoridades, que darán un primer indicio de cómo se armarán las coaliciones parlamentarias para dar vida a un nuevo Ejecutivo. Con voto secreto, en Diputados se necesita la aprobación de dos tercios de los miembros, mientras en que en el Senado alcanza con la mayoría simple de sus 200 integrantes.
Una vez elegidas las autoridades del Parlamento, y luego de escuchar a los jefes de bloque, será el presidente Mattarella a dar el encargo de formación de Gobierno a una persona que considere en condiciones de armar una mayoría sostenible, un rol que luego de las elecciones de el pasado domingo parece reservado a Meloni.