El futbolista, quien había sido ingresado a ese centro el 28 de mayo último, salió caminando, acompañado por su esposa, Alba Silva, y despedido con aplausos por el personal del nosocomio.

Rico, de 29 años, fue compañero de Lionel Messi en el club francés, con el que ganaron la liga en la temporada anterior, aunque el portero español no tuvo muchos minutos ya que era suplente.

Pocos horas después de esa consagración el arquero viajó a su país para pasar unas vacaciones y mientras montaba a caballo, cayó y recibió una patada del animal, que lo dejó inconciente y en grave estado.

Rico ingresó al hospital y estuvo un largo tiempo en terapia intensiva, hasta que evolucionó favorablemente y si bien recibió el alta debe someterse a distintos controles, aunque los médicos estiman que en poco tiempo estaría en condiciones de volver a jugar.

«Me encuentro bastante bien, a pesar de no estar el aneurisma controlado del todo. Hay que mantener unos meses más de tranquilidad, de calma y de seguir recuperando en casa, gracias a Dios, después de tanto tiempo», expresó el futbolista.

El guardavallas andaluz se animó a hablar de lo ocurrido el día del accidente, pero advirtió en rueda de prensa que «el cerebro es inteligente y borra este tipo de sucesos. Solo recuerdo que un día me desperté aquí en el hospital…».

Asimismo, puntualizó que «Quería dar unas palabras de gracias por el respeto que habéis tenido hacia mi familia, sobre todo hacia mi mujer, al mundo del fútbol, porque tanto el PSG como el Sevilla, compañeros y jugadores han estado ahí mandándome mensajes de apoyo… A todas esas personas que se han quitado un minuto de tiempo para mandarme un mensaje. Todo ese apoyo se agradece y más en un momento así que llega muchísimo», añadió.