El ex arquero argentino Hugo Orlando Gatti murió a los 80 años en el Hospital Pirovano, de la Ciudad de Buenos Aires, donde permanecía internado desde hace más de 60 días.
Murió Hugo Orlando Gatti, una leyenda del fútbol argentino

«El Loco» se encontraba en terapia intensiva con un diagnóstico de neumonía e insuficiencia cardíaca y renal, en coma farmacológico, y finalmente este domingo 20 de abril su estado de salud fue “irreversible”.
El exguardameta de Boca Juniors y de River Plate había sido sometido en febrero a una cirugía de cadera tras haber sufrido una caída mientras paseaba a su perro en la vía pública. Si bien ese procedimiento resultó exitoso, Gatti presentó luego complicaciones respiratorias por una infección intrahospitalaria.
En 2020, mientras residía en Madrid, el exarquero ya había padecido un cuadro de neumonía bilateral como consecuencia de una infección por el Covid-19.
La palabra de Lucas, el hijo del Loco
«Estaba en paz y ha peleado hasta último momento. No tenemos palabras de agradecimiento para todo el hospital, porque han hecho todo. Ha puesto lo suyo, era una persona fuerte y lo ha demostrado. A veces se llega a un punto en el que alargar el sufrimiento, no tiene sentido. Nosotros no hemos quitado el respirador. Solo dijimos que dejen de hacer cosas para no alargar inútilmente una agonía», contó Lucas, el hijo de Gatti, en la puerta del centro de salud.
«La realidad es que mi padre se fue el día que murió mi madre. Mi madre (Nacha Nodar) murió hace ocho meses, yo hice de todo para llevármelo a Europa, pero no ha querido. A partir de ahí, no era Superman», confesó.
Consultado por el rol de padre, señaló: «Nosotros tuvimos la suerte de vivir con Superman. Conocíamos al personaje desde adentro y le agradecemos a la vida por darnos la posibilidad de tenerlo y vivir al lado de un genio las 24 horas. Eso no nos lo quita nadie. Como padre no puedo explicarlo. Estos tipos salen uno cada tanto. Era un tipo diferente. Probablemente, lo llamaban Loco o polémico, pero era un genio. Una intuición que no vi nunca. Tuvimos la suerte de compartir una familia maravillosa, con un tipo fuera de lo común.
«Nunca se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Era un genio porque no lo buscaba. Sin saber nada, dijo todo antes de que ocurriera. Pasaba en casa todos los días. Olfateaba, una capacidad distinta. Un regalo de la vida, como sacarnos la lotería. Decía lo que piensa, te guste o no te guste. Es difícil que hoy se diga la verdad. Incluso en contra de sus intereses, siempre dijo lo que pensaba. Es un valor que no tiene precio. Fue un provocador, siempre luchó contra la mentira. Vivió así. Fue un tipo muy legítimo, muy puro», concluyó.
Quién fue Hugo Gatti
Creador de un estilo único y original entre los arqueros, El Loco nació el 19 de agosto de 1944, en la localidad bonaerense de Carlos Tejedor, y debutó en 1962 en Primera División, con el buzo de Atlanta. Jugó en total 38 encuentros defendiendo el arco del Bohemio.
Luego atajó cuatro años en River Plate (93 partidos) y de allí pasó a Gimnasia y Esgrima La Plata, donde mantuvo un gran nivel durante 5 temporadas (224 partidos), para luego ser vendido a Unión de Santa Fe (45 partidos). Finalmente recaló en Boca Juniors en 1976, donde dejó su sello hasta 1989, convirtiéndose en ícono indiscutido de la institución Azul y Oro, donde actuó en 417 encuentros.
Con la camiseta Xeneize obtuvo seis títulos: tres nacionales, dos Copas Libertadores y la Intercontinental de 1977. De hecho, la primera de las seis estrellas sudamericanas de las que Boca se enorgullece fue la del ’77, gracias al penal que Gatti le detuvo a Vanderley, de Cruzeiro, y que definió la serie que derivó en la vuelta olímpica.
“Con diferencia fui el más grande de Boca. ¡Por favor! Antes los cracks jugábamos para 10 puntos y te ponían 6. Hoy juegan para tres puntos y les ponen 10”, comentó sobre su paso por el Xeneize y las comparaciones con posteriores arqueros del club.
Por otra parte, Gatti ostenta el récord de mayor cantidad de partidos en Primera (765) y de penales atajados (26), la misma cantidad que Ubaldo Fillol, su gran rival en el puesto en la Selección Argentina durante toda su carrera. Le quedó la espina de no haber jugado un Mundial: una lesión en la antesala del jugado en Argentina 1978 lo privó de integrar el plantel campeón dirigido por César Luis Menotti.
A nivel internacional, jugó en 18 oportunidades en la Selección Argentina.