Su historia se conoció hace 17 años, cuando su madre y su padre pidieron a la Justicia de Córdoba su adecuación sexual antes de que alcanzara la mayoría de edad.

Su muerte está caratulada como «muerte de etiología dudosa», y este martes, tras la realización de la autopsia en el Hospital Villa Dolores, se determinó que su cuerpo no presentaba lesiones físicas, y se extrajo material para estudio toxicológico para identificar si tomó alguna sustancia.

En 2005, y cuando tenía 13 años, su familia pidió poder operarla para readecuar su sexo, ya que había sido diagnosticada de síndrome de “disforia de género”.

En ese momento, la Justicia de Villa Dolores rechazó el tratamiento de la causa, argumentando que no podían autorizar una operación irreversible, que implicaba la mutilación de un menor. Sin embargo, dos años después, en 2007, el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba ordenó tramitarla y así, la autorización para la cirugía fue casi inmediata, y el urólogo César Fidalgo realizó la cirugía en una clínica de La Plata.

Un año después, la joven terminó la secundaria y empezó a cursar Bellas Artes en Villa Dolores, pero al poco tiempo la familia se trasladó a España, donde estudió teatro, artes visuales y tatuaje. Al poco tiempo la familia regresó a Traslasierra con la idea de desarrollar su actividad artística.

Su caso marcó un antecedente judicial y científico ya que no se conocía en el mundo un cambio de sexo a esa edad.