La jueza federal con competencia electoral María Romilda Servini advirtió hoy que al día de la fecha hay nueve precandidatos presidenciales que no presentaron ante su oficina las boletas testigo que deben ir en las urnas.
Nueve precandidatos presidenciales pueden quedar inhabilitados de las PASO, advirtió la jueza Servini
Les dio plazo hasta mañana para regularizar dicha situación o caso contrario quedarán inhabilitados de participar en las PASO del próximo 13 de agosto.
«El plazo improrrogable es mañana a las 13:30 bajo apercibimiento de tener por desistida su participación en el proceso electoral en este distrito», resaltó la jueza durante un intercambio con un grupo de periodistas de distintos medios, entre ellos NA.
Quienes podrían quedar fuera de carrera son el kirchnerista Mempo Giardinelli de la alianza Proyecto Joven, junto a los otros tres precandidatos de esa interna, cuatro postulantes de «Principios y Valores» (por lo que el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno quedaría como candidato único de ese espacio y Andrés Passamonti de la Unión de Centro Democrático (UCEDE).
Los frentes electorales ya habían presentado un modelo de boleta que fue aprobado por la Justicia electoral pero después debían cumplir con el segundo trámite que «era enviar 20.000 ejemplares de boleta de cada lista, a efectos de ser remitidas junto a las urnas que se utilizarán en el próximo acto electoral en este distrito como modelo de boleta aprobada».
Boletas_PASO_2.jpgSi esos nueve precandidatos a presidente quedaran inhabilitados, se reduciría la oferta electoral en esa categoría de 27 a 18 contendientes.
Servini tiene a su cargo la organización y control de los comicios presidenciales y todas las categorías nacionales por la ciudad de Buenos Aires, distrito que llamó a «elecciones concurrentes» con boleta única electrónica para los cargos locales.
Esto quiere decir que el votante ingresará al aula o salón donde le toque votar y se topará con dos urnas diferenciadas. Primero pasará por el biombo para elegir la boleta de papel estilo sábana con las opciones nacionales y la colocará dentro de una urna, y acto seguido se dirigirá a una máquina electrónica (con aletas laterales para evitar el contacto visual de terceros) donde seleccionará en una pantalla las precandidaturas de su preferencia en cada una de las categorías locales (jefe de Gobierno, legisladores y comuneros).
Al confirmar el voto electrónico, se imprimirá una boleta en donde constarán las opciones elegidas, que deberán ser controladas por el propio elector. Si todo va bien, esa boleta, que contiene un chip con la información electrónica del voto (para facilitar el recuento posterior que se realizará digitalmente), deberá ser depositada en una segunda urna.
«Puede llegar a haber alguna demora, dependerá de cómo sea la dinámica en cada establecimiento, pero nadie se va a quedar sin votar», tranquilizó Servini acerca de la inédita modalidad de elección concurrente, que tendrá una primera prueba de fuego el 13 de agosto y una segunda instancia el 23 de octubre en los comicios generales.
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En total la Justicia electoral dispuso 1097 establecimientos de votación en toda la Ciudad de Buenos Aires, que incluyen 7.326 mesas y el doble de urnas (14.652) teniendo en cuenta que en cada aula o salón habrá una para el voto tradicional vinculado las categorías nacionales y otra para el voto electrónico relacionado con las categorías porteñas.
«Para esta elección sumamos clubes de barrio, salones de actos y hasta el hall del edificio anexo de la Bolsa de Comercio», acotó una secretaria de la magistrada que se hizo presente en la reunión con los periodistas.
También hay que sumar al operativo 1.444 mesas de votación en el extranjero, lo que supone la misma cantidad de urnas dado que los argentinos residentes en el exterior solo pueden votar las categorías nacionales.
«Es mi elección número 30», se jactó la experimentada jueza de 86 años, que reconoció que albergaba algún temor sobre la implementación de este novedoso sistema de voto electrónico concurrente, pero aclaró que en el último tiempo logró convencerse de que el mecanismo es seguro.
Así y todo, Servini confesó que su modelo predilecto es el que se usa en Estados Unidos, donde los electores encuentran en el cuarto oscuro una boleta única de papel que primera se completa y luego se escanea en una máquina que automáticamente procesa la información.
Para asegurarse de que el proceso se desarrolle con la menor cantidad de incidencias posibles, el juzgado federal número 1 que dirige viene llevando a cabo cursos presenciales de capacitación para autoridades de mesa, donde se desarrollan simulacros de votación con el sistema concurrente. Hasta mañana se dictan estas capacitaciones en la escuela 8 Nicolás Avellaneda, ubicada en la calle Talcahuano 680, de 9 a 16 horas.
A partir del próximo lunes, la Ciudad de Buenos Aires se sumará al operativo y empezará a realizar capacitaciones del mismo tipo.
En cada establecimiento de votación habrá al menos un delegado de la Justicia electoral para orientar a aquellos ciudadanos que tengan dudas acerca de como votar, o para tomar cartas en el asunto situaciones en caso de algún incidente como faltante de boletas, corte de luz o algún episodio delictivo.
«No dejamos que nadie sea detenido en el lugar de votación. Si las fuerzas de seguridad quieren detener a alguien, lo deben seguir y detener a las dos o tres cuadras por lo menos», explicó Servini.