El presidente del bloque Hacemos Coalición Federal de la Cámara de Diputados, Miguel Pichetto, negó hoy tajantemente las versiones sobre supuestas participaciones suyas en reuniones que se habrían llevado a cabo en instalaciones por fuera del Congreso nacional. Al mismo tiempo desacreditó como interlocutor del Gobierno al economista Federico Sturzenegger, uno de los autores de la ley ómnibus, al sostener que “no es funcionario” de La Libertad Avanza.
Pichetto negó haber tenido reuniones por fuera de la Cámara de Diputados y desacreditó a Sturzenegger: «No es funcionario»
Se trata de un mensaje por elevación al Gobierno para que deje de promover al ex director del Banco Central como vocero autorizado para negociar cambios en la «ley de Bases», toda vez que no tiene un cargo formal en el Poder Ejecutivo.
La aclaración de Pichetto ocurre luego de la versión que se publicó en algunos portales sobre una supuesta reunión en un domicilio privado del barrio de Recoleta, que sería la vivienda de un empresario lobbysta, a la que distintos líderes parlamentarios de la oposición más amigable habrían acudido (entre ellos el rionegrino) para negociar cambios en el dictamen de mayoría.
Para llevar el dictamen al recinto, y evitar el rechazo a la iniciativa (el peor escenario, una verdadera catástrofe) o el descuartizamiento del articulado en la votación en particular, La Libertad Avanza necesita seguir puliendo el dictamen que en el plenario de comisión logró un acompañamiento mayoritario, pero con más disidencias parciales que apoyos plenos.
Para colmo, sectores de Hacemos Coalición Federal denunciaron que entre la firma del dictamen de mayoría y el miércoles el Gobierno nacional aplicó cambios a lo que se había acordado, resultando en un texto que dejaba afuera algunos de los cambios exigidos por la oposición dialoguista.
La situación tensó aún más los ánimos y podría eventualmente derribar los puentes de diálogo, detonando el acuerdo.
Este jueves, el bloque presidido por Pichetto junto con Innovación Federal sacaron un comunicado en el que volvieron a marcarle la cancha al oficialismo, aclarando que la vocación de ayudar a la gobernabilidad tiene límites y no es un cheque en blanco.
“Quienes formamos parte de los bloques Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal tenemos el compromiso de otorgar gobernabilidad y darle al Gobierno las herramientas que necesita para sacar a la Argentina de esta profunda crisis. Sin embargo, no estamos dispuestos a hacerlo sin marcar diferencias y defender nuestras convicciones, ya que también nuestros votantes nos han otorgado un mandato que vamos a respetar”, indicaron.
El fastidio y agotamiento de la paciencia por parte de la oposición dialoguista tuvo como expresión elocuente no solamente el cortocircuito de Pichetto con Sturzenegger sino también el fuego cruzado con el ministro de Economía, Luis Caputo.
“El Ministro de Economía @LuisCaputoAR que no tuvo la valentía de venir al Congreso, tiene que dejar de apretar a los gobernadores y tratar de buscar acuerdos con los gobiernos provinciales en lugar de amenazarlos”, había escrito el miércoles el jefe de HCF en la red social X, a propósito de las advertencias del ministro respecto de que cada una de las reformas económicas que no fueran acompañadas tendrían como consecuencia recortes en las partidas para las provincias.
El estruendo por las críticas de Pichetto llegó a oídos de “Toto”, quien devolvió la bomba al aclararle al diputado que si algo le sobraba era «valentía», pero que no fue al Congreso porque «tenía cosas más importantes que hacer», como negociar con el FMI.
El funcionario pasó por alto que esas negociaciones se desarrollaron hace dos semanas y que luego tuvo tiempo de sobra para darse una vuelta por el Congreso.