El bloque de concejales de Juntos por el Cambio pidió este jueves e a la Cámara de Senadores de la Provincia de Bs. As. pronto tratamiento al Proyecto de Ley sobre «Educación Emocional» para que se establezca en todos los niveles obligatorios, modalidades del sistema educativo público y en el nivel superior de formación docente, tanto para instituciones de gestión estatal como de gestión privada, dependientes de la Provincia de Buenos Aires.

Fue aprobado en tal sentido un proyecto de resolución en el cual se considera «a la educación como pilar fundamental sobre el cual se construye el desarrollo integral de las personas. Más allá de la adquisición de conocimientos académicos, es imperativo abordar la dimensión emocional de los individuos desde una temprana edad».

La iniciativa de ley tiene como propósito establecer la educación emocional como una asignatura obligatoria y transversal a la currícula de todas las instituciones educativas, tanto públicas como privadas, de la provincia de Buenos Aires.

La educación emocional no solo es un enriquecimiento personal, sino que Corresponde a E 206 2023-2024 también contribuye al desarrollo social y cívico. Como lo plantea Brackett (2019), “Habilidades emocionales son la base sobre la cual se construyen las habilidades de vida y de relación, así como la capacidad de enfrentar desafíos y oportunidades de manera efectiva”. Integrar la educación emocional en la currícula escolar permitirá a los estudiantes comprender, gestionar y expresar sus emociones de manera saludable y constructiva. Esto promoverá la autoconciencia, la empatía, la resiliencia y la inteligencia emocional.

Asimismo, la educación emocional también desempeña un papel fundamental en la creación de un ambiente escolar positivo y seguro.

Diversos estudios, como el de Durlak et al. (2011), han demostrado que los programas de educación emocional contribuyen a la prevención del acoso escolar, mejoran la comunicación y promueven relaciones interpersonales saludables. Al enseñar a los estudiantes a manejar los conflictos y a cultivar el respeto mutuo, se contribuye a la formación de entornos educativos más armoniosos y propicios para el aprendizaje. Estas habilidades son esenciales para una ciudadanía responsable y para promover la coexistencia pacífica en una sociedad diversa, como la que nos enfrenta hoy día.

Cabe destacar que el bienestar emocional es un factor determinante en el rendimiento académico de los estudiantes. Investigaciones como las de Elias et al.

(1997) han establecido la relación entre la educación emocional y la mejora de la concentración, la motivación y la autorregulación en el ámbito educativo. La educación

emocional proporciona herramientas para enfrentar el estrés asociado con el estudio y promueve una mentalidad positiva hacia el aprendizaje.

La inclusión de la educación emocional en el sistema educativo de la provincia de Buenos Aires se alinea con tendencias internacionales en materia educativa. En diversas jurisdicciones alrededor del mundo, como Cataluña en España y algunas provincias de Canadá, se ha adoptado la educación emocional como parte integral de los planes de estudio. Estas experiencias exitosas respaldan la implementación de esta asignatura en la provincia de Buenos Aires. Al mismo tiempo, ésta ya ha sido Corresponde a E 206 2023-2024 adoptada en varias provincias argentinas. En Córdoba, por ejemplo, se ha implementado con éxito el Programa Provincial de Educación Emocional, que ha demostrado impactos positivos en el bienestar de los estudiantes y en la convivencia escolar (Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, 2022). Asimismo, provincias como Jujuy, Chaco, Misiones y Tucumán, poseen ya legislación vinculada a la materia y se encuentran implementado en sus respectivas jurisdicciones iniciativas de similar tenor. Por tanto, estas experiencias exitosas nos brindan un modelo a seguir y evidencian fehacientemente los beneficios tangibles de la educación emocional en la educación.