La llegada de Boca a Junín. Foto Prensa Boca. El Xeneize visita a Sarmiento por la fecha 22 de la Liga Profesional.
Por qué el partido en Junín es tan importante para Gago y todo Boca
«Honor y gratitud”, dice una parte de la letra del himno a Sarmiento. No al club, al rival de esta noche en Junín, claro. Sino a Domingo Faustino, el ex presidente, prócer y docente. Honor debe hacer Boca a su escudo y su historia para volver a ganar de visitante después de seis meses. Y gratitud a la paciencia que viene teniendo su gente en medio de una campaña muy floja en la Liga Profesional y sin vueltas olímpicas desde marzo del año pasado cuando levantó la Supercopa Argentina. En eso anda Fernando Gago desde que llegó: queriendo rencauzar el rumbo futbolístico y también de resultados para escalar en las tablas de posiciones.
Pintita ya logró el miércoles el primer triunfo como entrenador de Boca y sacarse con eso un peso de encima luego de cuatro partidos sin victorias en los 90 minutos (sí había superado por penales y clasificado en la Copa Argentina). Lo importante también fue la mejora en el rendimiento del equipo, sobreponiéndose a la adversidad de un gol recibido a los 2 minutos con una goleada 4-1 a Godoy Cruz, uno de los que anda por arriba en la tabla anual.
La racha de visitante
Ahora, este Boca de Gago buscará cortar en Junín una racha de casi seis meses sin ganar de visitante. Porque increíblemente no consigue una victoria afuera desde el 19 de mayo cuando superó 4-2 a Central Córdoba en Santiago del Estero por la segunda fecha de la LPF. Y ayer arrancó la vigesimosegunda… En el medio, pasaron Platense (0-1), Defensa (2-2), Instituto (0-0), Independiente Rivadavia (1-1), Estudiantes (1-1), Racing (1-2), Belgrano (0-2), Tigre (0-3) y Lanús (0-1). Sí, no sólo los seis meses sin sumar de a tres puntos, van cuatro derrotas seguidas afuera de la Bombonera, con un gol a favor y ocho en contra.
No sólo el rendimiento estuvo en discusión en todos estos partidos de visitante, sino la actitud diferente que mostraron los futbolistas cuando no tuvieron encima el aliento, el empuje y, sobre todo, la exigente de las tribunas. Con un “movete Xeneize movete” que el miércoles tronó durante diez minutos seguidos luego del gol rival en el arranque del encuentro. O “jugadores, no rompan las pelotas, a ver si se dan cuenta, que están jugando en Boca” que se escuchó tras el empate con Riestra.
La expectativa boquense hoy se basa en la esperanza depositada en Pintita. En el cambio de entrenador, en la nueva idea, en la propuesta ofensiva. En unos pocos nombres renovados entre los titulares. Que juega el que mejor trabaja en los entrenamientos. Que no juega el que no está bien pese a la chapa o la banca dirigencial, caso Gary Medel o Juan Ramírez, respectivamente. Y que sí tienen su chance Aaron Anselmino y el Changuito Zeballos, sintiéndose titulares por primera vez.
El objetivo Copa
La tabla anual es el principal objetivo. Para que no sea sólo ganar la Copa Argentina el único camino para entrar a la próxima Copa Libertadores 2025 y mantener una vía alternativa abierta. Hoy el Xeneize tiene 53 puntos y se encuentra a cinco de los puestos de clasificación, con seis fechas por delante.
Y para no sufrir necesita conseguir lo que no fue posible hasta ahora: dejar de desaprovechar oportunidades en jornadas que no suman los de arriba (sólo estuvo adentro en la fecha 13 cuando le ganó a Rosario Central) y encaminar una racha de victorias consecutivas que lo acomoden. Porque dos años sin clasificar sería un golpe durísimo para el club en general y para Riquelme en particular, siendo el autor de la frase “si sos bueno tenés que ganar la Libertadores”.
Honor y gratitud. Lo que debe tener Boca en esta visita a Sarmiento en Junín.