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A propósito de esto, Lucas Allegro, psicólogo del equipo técnico del Servicio Local expresó: “Desde hace tiempo precisábamos un lugar de escucha más amigable para los niños que transitan por el Servicio Local, para lo cual teníamos un lugar muy chico en el que intervenían los tres equipos de profesionales y no era muy amigable para la escucha y el proceso de juego que se precisa en estos casos. Por lo tanto, hoy contamos con un espacio más confortable y ameno para poder desarrollar de mejor manera nuestra tarea».

«A partir de entonces empezamos a pensar en un espacio más acogedor, más alegre para que estén mejor los niños, niñas y adolescentes que atendemos, en un proceso que a veces no es lindo de transitar”, dijo Allegro y añadió: “Con un espacio de estas características donde se le ofrece la oportunidad de jugar, la cosa cambia bastante”.

Otro de los integrantes del equipo técnico, el trabajador social Ezequiel Boianelli, dijo: “Adhiero a las palabras de Lucas, esta fue una iniciativa en sí de todo el equipo técnico del Servicio Local donde había una necesidad de contar con un espacio de escucha como este y por suerte ahora lo tenemos. Nos pusimos en contacto con la Juegoteca y los talleristas que trabajan allí para que realicen estos murales, así que quiero agradecer y destacar el trabajo de Fernando Montenegro y Maximiliano Azcurra por su buena predisposición”.

Precisamente, uno de los artistas responsables del mural, Maximiliano Azcurra, declaró: “Quiero agradecer a todos por la invitación que nos hicieron llegar para llevar a cabo este mural, fue un trabajo de mucho tiempo y por el que venimos trabajando desde hace rato y estamos muy felices por cómo quedó. Cada pared constituye un juego distinto, se pueden dividir y jugar en cada uno con temáticas distintas”. También afirmó que “llevó mucho tiempo pensarlos y de planificación, no fue algo que se nos ocurrió de un día para el otro, por lo quiero agradecer a mi compañero Fernando Montenegro porque esto no hubiese sido posible sin su ayuda”.

Además, Azcurra comentó que “el objetivo de todo esto era hacer algo para que los chicos puedan jugar y divertirse en este espacio, que tengan un lugar para despreocuparse, dejar de pensar en situaciones que no están buenas que atraviesen y tomar a los murales como fuente para alejarse de todo eso”.

A su vez, el otro artista interviniente fue Fernando Montenegro, quien mencionó al respecto: “Si hay algo que aprendí en la Escuela de Arte junto a la profesora Teresa Rodríguez es que el arte siempre salva y esa es la función principal que tiene ya que uno encuentra refugio, catarsis y todo lo que no puede poner en palabra. En este caso, fuimos encargados de llenar las paredes de este espacio con una actividad lúdica y didáctica, por lo que disfrutamos mucho el proceso de poner lo a nosotros nos gusta”.

“En mi caso me decidí por utilizar una pared para los dinosaurios porque generalmente a los chicos les gusta mucho, y a mí me gustó mucho hacerlo y espero que sea de utilidad para cualquier niño, niña o adolescente que utilice este espacio”, añadió.

Finalmente, Montenegro sostuvo que “para nosotros es una alegría muy grande que nos tengan en cuenta para llevar a cabo este tipo de propuestas, porque sentimos que aportamos desde otro lado y por suerte el arte está cada vez más presente en todas partes de la sociedad”.