La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) comenzó hace un tiempo un trabajo de scouting para encontrar jugadores con raíces argentinas que estén haciendo sus primeras armas en el exterior como los casos de Alejandro Garnacho y Valentín Carboni, ambos campeones de la Copa América de Estados Unidos 2024.

Pero la lista no se detiene allí, también figuran nombres como los de Nicolás Paz, Luka Romero, Matías Soulé y Enzo Barrenechea. A esta lista, se suma Woiski.

Woiski nació el 17 de marzo del 2006 en Palma de Mallorca, España. Es hijo de Ronnie Woiski, un representante de jugadores español, y Laura Pioletti, oriunda de Mar del Plata.

Los padres del futbolista se conocieron en la ciudad balnearia argentina, sitio que el joven de 18 años visita regularmente para pasar tiempo con su familia materna: esto le permitió fortalecer la relación con su segunda patria, algo que lo llevó a rechazar las selecciones de Italia y Estados Unidos, donde también tiene lazos familiares.

Woiski se destaca en en el Sub-19 del conjunto balear, donde fue fundamental para la consagración en la Copa del Rey Juvenil, con cuatro tantos. También tuvo minutos con el equipo B y sobre el final de la temporada pasada se entrenó con la Primera bajo las órdenes del mexicano Javier Aguirre.

Javier Mascherano (que está con la Sub-23 en los Juegos Olímpicos de París 2024) lo convocó por primera vez al Sub-20 en junio de este año, para una serie de amistosos frente a Estados Unidos.

Comenzó a jugar al fútbol en torneo intercolegiales, donde fue descubierto por los cazatalentos del Mallorca. Arribó al club a los siete años, y, a base de goles y buen rendimiento, fue ascendiendo en el esquema juvenil de la institución.

Le registran más de 500 goles en su paso por las categorías inferiores del Mallorca, una cifra récord. Es por esto que está siendo seguido de cerca por los grandes clubes europeos, que se lo quieren llevar gratis, ya que su contrato vence en julio del 2025 y todavía no hubo contactos para renovarlo.