Tras enfrentar una tragedia personal con la pérdida de su padre, Pérez decidió tomar un nuevo rumbo en su vida. «Tomé la decisión de no seguir en el fútbol y dedicarme al karate porque ahí encontré un soporte espiritual con la disciplina», reveló en una entrevista.

Fue durante su tiempo en Italia cuando Pérez redescubrió su pasión por el arte, una habilidad que había cultivado desde su infancia. «El dibujo me llegó como algo natural. De chico me la pasaba jugando al fútbol o dibujando», comentó.

Con el tiempo, Pérez se estableció en Estados Unidos, donde ha encontrado éxito como pintor. Su serie «Living Legends», en la que retrata a figuras icónicas del deporte y la cultura, ha recibido elogios y reconocimiento.

A pesar de su éxito en el mundo del arte, Pérez aún sueña con conocer personalmente a Lionel Messi. «A Messi nunca lo conocí, desgraciadamente», mencionó en una entrevista. «Estoy cada vez más cerquita», añadió con esperanza.

Además de sus obras destacadas, Pérez también ha incursionado en el retrato político. Su pintura de Javier Milei como Napoleón generó un revuelo en las redes sociales, según TN.

A pesar de las críticas y elogios, Pérez sigue adelante con su pasión, consciente de que cada obra es una expresión única de su arte. Con la esperanza de inspirar a otros y dejar un legado para sus hijos, este exarquero convertido en artista continúa persiguiendo sus sueños con determinación y creatividad.