Una vez más, los concejales del Frente de Todos le dieron la espalda a la educación votando en contra del proyecto de comunicación que presentamos desde Juntos para solicitar que el ministro de Economía, Sergio Massa, de marcha atrás con el recorte anunciado para el área.
Recorte, crisis y silencio
Un recorte que significa seguir dejando en suspenso y aún profundizando la gran crisis educativa que dejó la cuarentena más larga del mundo.
Muchas veces las crisis se asocian con oportunidades: oportunidades para repensar, para fortalecer o para generar nuevas acciones. Pero nada de eso está ocurriendo con el trágico tijeretazo a la Educación argentina y provincial.
Los números grafican esta dramática situación: 70.000 millones menos para la educación del país; 28.000 millones menos para la provincia de Buenos Aires, una provincia con 135 distritos educativos que conforman el segundo sistema educativo más grande de Latinoamérica luego del de San Pablo (Brasil).
Sin embargo, poco se dice de esta gravísima situación que conlleva efectos directos e inmediatos en las escuelas, en los docentes y en los chicos, chicas y adolescentes a quienes, después de haber padecido 18 meses sin presencialidad, hoy les quitan oportunidades, proyectos, infraestructura y calidad educativa.
Y cuando decimos que poco se dice, poco se escribe y poco se publica, es así. Muy poco. No hay gremios debatiendo acciones de fuerza ante un recorte feroz: encubren esta situación gravísima que da cuenta y confirma una vez más que la educación no ocupa un lugar relevante en la agenda de la gestión de Alberto Fernández.
No alcanza con el gran esfuerzo de los docentes en las escuelas, o de los directivos gestionando la crisis educativa y social que atravesó los muros de las escuelas y que irrumpe en la cotidianidad de todos los días.
La desigualdad educativa se acrecienta día a día con la asistencia tardía al nivel inicial; con niños que presentan grandes dificultades para aprender a leer y a escribir en los seis años de nivel primario; con solo un 14 % de los jóvenes de sectores vulnerables que logran finalizar la secundaria; con el abandono de la escuela por cuestiones socio-económicas dadas por la urgente necesidad de salir al mundo laboral precarizado, etc.
Por eso creemos que esta quita de Presupuesto se realiza en uno de los peores momentos de nuestro sistema educativo, que se combina con factores propios de la ineficiencia de algunos modelos pedagógicos que hacen más compleja esta profunda crisis.
No olvidemos las sabias palabras del gran Sarmiento, hoy mas vigentes que nunca: “Todos los problemas son problemas de educación». Y esos problemas no se resolverán jamás con recortes al sistema educativo.