En los primeros dos asaltos, los pugilistas no pararon de medirse pero Crawford conectó un cruzado de zurda y derecha para que Spence Jr. bese la lona en el primer conteo de protección. En el cuarto, el de Nebraska provocó que el neoyorquino terminara sangrando por la nariz.

Con el correr de los rounds, Spence Jr. se fue debilitando y empezó a verse superado. En el séptimo, volvió a besar la lona y lo hizo dos veces, una a mitad del capítulo y, luego, al final del asalto, tras un efectivo derechazo de su oponente.

Con Spence Jr. debilitado y Crawford en un imparable nivel, el noveno round fue el definitivo donde el de Nebraska desató una oleada de golpes que obligó al árbitro a detener el combate y declararlo ganador. De esta manera, Spence dejó su récord en 28-1 con 22 nocauts y, por su parte, el campeón mantiene su invicto con 40-0 y 31 nocauts.