El Pabellón del Centenario, una joya de la Historia y la Arquitectura argentina, comenzó a ser restaurado tras décadas de abandono que lo pusieron en peligro.
Tras décadas de abandono, una joya arquitectónica de la historia argentina comenzó a ser restaurada
El emblemático edificio está ubicado detrás del supermercado Jumbo de Palermo, en el predio comprendido por la Avenida Bullrich, la calle Cerviño y las vías del Ferrocarril Mitre, y es el único que aún sigue en pie dentro de una serie de edificios levantados en Buenos Aires para los festejos de los cien años de la Revolución de Mayo.
Declarado Monumento Histórico Nacional en el año 2010, el Pabellón del Centenario fue protagonista de una disputa judicial entre el Ejército y la empresa Cencosud, dueña de la marca Jumbo, entre otras.
En 1994, el Ministerio de Defensa concesionó parte del predio del Ejército en Palermo para que la compañía chilena pudiera levantar allí un supermercado: entre las condiciones que se fijaban se encontraba la obligación de Cencosud para restaurar el histórico edificio.
Sin embargo, la empresa nunca cumplió con lo que había acordado y el Pabellón del Centenario comenzó a sufrir los efectos del abandono: ventanales rotos y paredes pintadas con grafitis empezaron a dañar una joya de la Arquitectura argentina.
En 2009, el Ministerio de Defensa y Cencosur pactaron una prórroga de esa concesión por 60 meses a partir del 1° de diciembre de 2014, aclarando expresamente que las cláusulas originales mantenían su vigencia.
Al año siguiente, se oficializa el Decreto 1358/2010 que declara al edificio como Monumento Histórico Nacional.
Ante la falta de avances en la restauración del Pabellón, el Ejército recurrió a la Justicia: en 2018 se hizo lugar a la demanda, ordenando que la compañía dé cumplimiento al compromiso asumido en 1994.
En 2019 se rechazó la apelación de Cencosud y se confirmó la sentencia de primera instancia que había establecido la obligatoriedad de restaurar al Pabellón hasta lograr un grado de terminación similar al que poseía originalmente, incluyendo el mantenimiento de sus fachadas anteriores, ornamentos y dispositivos conexos.
Tres años después, el 2 de agosto del 2022, la Corte Suprema de Justicia rechazó un recurso de queja de la firma de origen chileno, obligándola a cumplir el contrato de concesión donde se establecía que «quedaba en cabeza de la firma demandada el reciclado del Gran Pabellón Central de la Exposición Internacional Ferroviaria y de Transporte efectuado en 1910», restituyendo el valor patrimonial original de este monumento.
El pasado jueves, tras varias décadas de abandono, finalmente comenzaron los trabajos de restauración del edificio.
«El fallo de la Corte que no sólo obliga a poner en condiciones al monumento, sino que va más allá cuando ordena que el mismo vuelva a su estado original. Hasta el momento, no se conocían sentencias judiciales a favor de la preservación del patrimonio arquitectónico que fueran tan contundentes», subrayó la presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, Mónica Capano.
La integrante del Ministerio de Cultura explicó que «en esta primera instancia los trabajos consisten en despejar y limpiar el área a intervenir, al tiempo que se realiza una prospección arqueológica con el fin de descubrir piezas originales».
La arqueóloga urbana Sandra Guillermo, reconocida por su trabajo en el Edificio del Molino y el Museo del Bicentenario, coordinará las investigaciones arqueológicas.
Luego se procederá al armado de andamios para acceder a los diferentes sectores del edificio, con el objetivo de tomar muestras y relevar las patologías presentes mediante un mapeo y posterior registro. Finalmente, se emitirá un diagnóstico preciso para proponer el tratamiento adecuado en cada caso específico.
El proyecto de Intervención encomendado por Cencosud será analizado por la CNMLBH, ya que antes de iniciar las tareas de restauración, el organismo debe aprobar el plan.
«Consideramos que la única forma de hacer sustentable el patrimonio es desde lo participativo», remarcó Mónica Capano. Por eso, y con el objetivo de ejecutar una restauración integral de manera multidisciplinaria y plural, miembros del organismo tutelar se reúnen periódicamente con representantes y equipo técnico del Ministerio de Defensa, autoridades del Ejército Argentino, el arquitecto interviniente y la empresa.