A través de un exhorto, Ercolini pidió formalmente información de la compañía ProSport Live LLC, sospechada de ser una «empresa fantasma», es decir, constituída para simular diferentes operaciones comerciales.

Al especificar el tipo de información que se requiere de la justicia norteamericana, se pidió la fecha de constitución, los datos sobre las personas que intervinieron en ese acto, el objeto social, domicilio, capital social, la totalidad de modificaciones que se hayan verificado en su paquete accionario, quiénes
conformaron su órgano de gobierno y/o administración y quiénes fueron sus apoderados y beneficiarios finales.

Este pedido judicial forma parte de la denuncia realizada por el empresario Guillermo Tofoni, titular de la empresa World Eleven, que tiene un contrato vigente con la AFA para los amistosos de la Selección.

Tapia, por su parte, contrató a la empresa estadounidense, sospechada por no contar con experiencia sobre este tipo de eventos, y de haber sido creada solamente hace pocos meses, en vísperas de los partidos que el equipo albiceleste jugó contra Panamá y Curazao, en Buenos Aires y Santiago del Estero, respectivamente.

La denuncia de Tofoni remarca, asimismo, la «exclusividad» de esos derechos, como así también la inexperiencia de la compañía investigada y su corta existencia.

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La causa penal contra Tapia y las posibles responsabilidades de la AFA, se inició en los tribunales de Comodoro Py hace una semana cuando el fiscal Eduardo Taiano decidió formular la imputación por presunta maniobra defraudatoria y desbaratamiento de derechos.

El expediente 1294/2023 concentra, hasta el momento, la denuncia presentada por Tofoni, titular de World Eleven, a través de la cual en 1999 obtuvo la licencia otorgada por la FIFA «para la organización de partidos amistosos internacionales» en su rol de «agente FIFA en Argentina».

Por su parte, el juez Ercolini busca determinar si existió o no, una presunta maniobra defraudatoria sobre los «derechos de representación exclusiva que posee World Eleven respecto de los derechos de la Selección Nacional».

En tanto, y sobre la firma ProSport Live, radicada en Florida (Miami), Tofoni sostuvo que «Se celebró un extraño contrato con otra empresa, recientemente creada y sin experiencia en el rubro, que tiene por objeto el otorgamiento de las mismas facultades, sin que le importase la obvia plena vigencia del acuerdo».

Ante las acusaciones, el juez Ercolini indicó en su resolución que el objeto de investigación de esta causa se circunscribe al hecho denunciado «donde se refirió que fue desarrollada una maniobra de fraude en perjuicio del empresario».

Al momento de explicar en qué consistente la posible defraudación, el magistrado señaló que la Asociación de Fútbol Argentino procedió a contratar a «ProSport Live LLC», cuando era Tofoni a través de su compañía quien tenía «los derechos de representación para actuar como agente y representante exclusivo y único para gestionar la organización y/o comercialización de partidos amistosos a disputar por la Selección Nacional de fútbol de este país».

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La primera medida cursada por el juzgado se dirigió a la Inspección General de Justicia para que informe si se encuentra registrada la sociedad «ProSport Live LLC». La respuesta llegó este jueves: «la sociedad de referencia no se encuentra registrada en el sistema de automatización de este Organismo, existiendo la posibilidad de un cambio de denominación, transformación y/o cancelación. Asimismo, se hace saber que es factible que la sociedad requerida se encuentre inscripta en Dirección de Personas Jurídicas o Registro Público de Comercio de extraña jurisdicción», indicó el organismo que depende del
Ministerio de Justicia.

Tofoni, representado por el abogado Luciano Pauls, señaló en su denuncia que desde la AFA fue «quebrantado dolosamente el deber de abstención y cedido esos derechos a la empresa contratada «ProSport Live LLC», la cual se encontraría inscripta desde el día 31 de enero de 2022 como Sociedad de Responsabilidad Limitada en Estados Unidos, la cual no contaría con ningún tipo de antecedente en el rubro ni tampoco contaría con página web».

El acuerdo que la justicia investiga si fue incumplido al contratar otra empresa que se ocupe de organizar los últimos partidos amistosos de la Selección comprendía además la explotación de la totalidad de los derechos televisivos y audiovisuales de la Selección «cuando participe en los encuentros objeto del contrato y la gestión relativa a la venta de entradas, la publicidad estática, los hospitalities, el estacionamiento del estadio, los sponsors del partido o torneo de que se trate, el sponsoreo de las ruedas de prensa y toda otra recaudación que se genere en ocasión o con motivo del partido».