Ese mismo hogar del Gran Buenos Aires requirió $468.108 para cubrir sus necesidades básicas de alimentación, canasta que tuvo su variación más alta desde marzo de 2024, según el Indec
Una familia tipo debió tener ingresos de al menos $1.100.267 por mes para no ser pobre

Una familia de cuatro integrantes necesitó en marzo $1.100.267 en el Gran Buenos Aires (GBA) para no ser considerada pobre, según los datos que difundió este viernes el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Tanto la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide el umbral de indigencia, como la Canasta Básica Total (CBT), que marca la línea de pobreza, mostraron una importante aceleración respecto al mes previo. La suba de la CBA fue la más alta desde marzo del año pasado, en línea con el fuerte salto de la inflación durante el mes pasado que informó hoy el Indec.
La CBA aumentó 5,9% respecto al mes anterior, la variación más alta desde marzo de 2024. Los alimentos explicaron buena parte de la aceleración de la inflación que se registró el mes pasado, debido al salto en la categoría carnes y derivados y verduras que registró el organismo estadístico. La CBT subió 4% y marcó su mayor alza desde agosto del año pasado.
De esta manera, la CBT alcanzó un monto de $1.100.267 para una familia tipo. Los hogares con ingresos por debajo de ese valor son técnicamente considerados pobres. La CBA, por su parte, llegó a los $495.616, por lo que las familias con ingresos por debajo de ese monto son consideradas “indigentes”.
En lo que respecta a la variación interanual, ambas canastas presentan subas bastante por debajo de la inflación general. La CBT aumentó 42,3% entre febrero de 2024 e igual mes de 2025, mientras que la CBA avanzó un 38,4% en ese mismo período. El IPC, por su parte, fue del 66,9% en ese tramo.
Según Indec, la inflación del tercer mes del año se ubicó en 3,7%, mientras que el acumulado de los últimos doce meses alcanzó 55,9 por ciento. En los primeros tres meses del año, la inflación acumulada fue de 8,6%.
Con un fuerte impulso del rubro alimentos y bebidas por la suba de la carne –producto con una alta incidencia en el IPC– y verduras, la inflación de marzo aceleró notablemente respecto al mes anterior (2,4%). A su vez, en los dos primeros meses del año los precios treparon 8,6%, según precisó el Indec.
El informe se publicó horas antes de que el Gobierno avance con la aprobación de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por USD 20.000 millones, en medio de un escenario financiero volátil y tensiones en el frente cambiario. Distintas consultoras privadas, así como el propio Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, habían anticipado una suba más pronunciada de precios para marzo, ubicándola entre 2,4% y 2,9%, con el rubro alimentos y bebidas como el principal motor inflacionario.
El informe que cada mes publica el la autoridad monetaria, y que en este caso recopiló los pronósticos de 39 consultores argentinos y del exterior, quebró de esta forma una tendencia de proyecciones a la baja que arrancó con la administración de Javier Milei.
La división que provocó una mayor suba durante marzo, según el Indec, tal como se esperaba por razones estacionales, fue Educación, que se disparó 21,6% en el mes del inicio del ciclo lectivo de todos los niveles.
El principal factor para la suba del índice fue aportada por Alimentos y bebidas no alcohólicas, la división con mayor incidencia en todas las regiones, principalmente por incrementos en Verduras, tubérculos y legumbres y en Carnes y derivados. En el Gran Buenos Aires, el alza de las verduras fue de 39,5%, según el Indec. En otras regiones, la suba oscilo entre 20 y 30%.
En el caso de los servicios públicos, los aumentos de las tarifas fueron más moderados de otros meses y provocaron una suba de 2,9% en Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles. El transporte registró una suba de 1,7%.