La damnificada, llamada Evie Toombes, tiene 20 años, vive en Lincolnshire y fue diagnosticada con lipomielomeningocele después de su nacimiento, un defecto del tubo neural de la columna que le generó una discapacidad permanente. Por ello, decidió denunciar al doctor Philip Mitchell por “concepción errónea” luego de que, supuestamente, no le aconsejó a la mamá que tomara suplementos de ácido fólico antes del embarazo.

La chica afirmó que su madre nunca la habría tenido si el médico le hubiera informado que necesitaba tomar complementos para minimizar las posibilidades de que el trastorno afecte a su futuro bebé. En este sentido, su abogada Susan Rodway le dijo al juez del Tribunal Superior del Reino Unido que Toombes estaba demandando por “haber nacido en un estado dañado” y quiere recuperar millones de dólares necesarios para cubrir los costos de vivir con su condición.

El doctor Mitchell, por su parte, negó cualquier responsabilidad en la enfermedad de la joven y aseguró que le dio a Caroline Toombes “consejos razonables”, aunque es una práctica común recomendar a las mamás potenciales que tomen el suplemento antes de concebir y durante las primeras 12 semanas de embarazo. Su defensor argumentó que es su práctica aconsejar a los futuros padres que 400 miligramos de ácido fólico, sin embargo, que si la madre tuviera una buena dieta, los niveles de ácido fólico de todos modos suelen estar en un nivel saludable y los suplementos serían menos importantes.

Sin embargo, la madre aseguró que le “dijo que no era necesario”. “Me dijeron que si tenía una buena dieta anteriormente, no tendría que tomar ácido fólico, simplemente eso. Pero no me dijo nada más”, afirmó en un pasaje de la demanda. Rodway agregó: “No habría intentado quedar embarazada hasta que estuviera satisfecha de haberse protegido lo más posible”.