El ex empleado del barrio cerrado de Carmel, declaró este martes por primera vez en el tercer juicio por el asesinato de María Marta García Belsunce y manifestó no saber por qué quedó imputado y que ese día trabajó con normalidad.
Uno de los exvigiladores: «me arruinó la vida» ser imputado por el crimen de María Marta
Uno de los dos exvigiladores del country Carmel, imputados junto a Nicolás Pachelo como coautores del crimen de María Marta García Belsunce, declaró este martes por primera vez en el tercer juicio por el homicidio de la socióloga y afirmó que su vinculación con el hecho “le arruinó la vida”, que no sabe por qué quedó imputado y que ese día realizó su trabajo «normalmente».
En una maratónica audiencia de más de nueve horas, el exvigilador José Ramón Ortiz (45) se sentó este martes por primera vez frente a los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, quienes llevan adelante el juicio por el crimen ocurrido en el 2002.
Ortiz está acusado junto a Norberto Glennon (57) -también exseguridad del country Carmel-, y Nicolás Pachelo (46), del delito de “robo agravado por el uso de arma en concurso real con homicidio criminis causa agravado”, en perjuicio de la socióloga.
El imputado realizó un pormenorizado relato de lo que hizo el domingo 27 de octubre de 2002, cuando fue encontrada muerta María Marta y recordó que llegó al country en una camioneta de la empresa de seguridad Cazadores minutos antes de las 19.
Una vez en funciones, Ortíz contó que se dirigió al puesto 4 del Carmel y en ese momento escuchó por el handy que se encontraba la masajista Beatriz Michellini en la puerta del Carmel, por lo que preguntaba si alguien podría ir a la casa de Carrascosa para avisar ya que no respondían el teléfono.
“Yo me ofrezco. Paro el melex en la entrada, siempre en la calle pero en la entrada, quizás tapándole la entrada al señor o a la señora. Estaba lloviendo, dejó el melex, toco el timbre en reiteradas oportunidades. Mientras se escuchaba un teléfono sonar desde adentro que seguramente era de la guardia. Estuve entre tres y cinco minutos y no contestaba nadie”, recordó Ortiz.
Luego, contó que llegó Carrascosa y, tras avisarle que se encontraba la masajista, le dio la orden a Michellini de que pase para atender a su esposa, y expresó que él continuó con su recorrido.
A los pocos minutos dijo que escuchó modular por el comunicador que usaban todos los vigiladores el aviso del ingreso de una ambulancia, la segunda, según declaró, por lo que se paró en medio de una de las calles principales para observar desde qué puesto entraba.
“Empezó a llegar gente de todos lados, en auto, caminando, yo me quedé ahí”, sostuvo, y luego añadió que vio salir de la casa de Carrascosa a Michael Taylor y fue el joven quien le dijo “falleció mi madrina”, en relación a García Belsunce.
“Por radio le avisé al encargado de los vigiladores que la señora falleció”, señaló.
Ortiz dijo que se enteró de que fue María Marta quien tuvo un accidente porque lo escuchó de las modulaciones de los handies y que él mismo tiró a la basura una bolsa llena de trapos con sangre.
Para el exvigilador, esa noche realizó su trabajo “normalmente” y fue relevado a las 7 de la mañana del día siguiente, como lo hacía cada vez que finalizaba su turno laboral.
El tribunal le consultó si era real la existencia de las palabras claves “Romeo y Julieta”, que era un código interno que tenían los vigiladores para dar aviso sobre los movimientos de Pachelo y su entonces esposa, Inés Dávalos Cornejo.
Ortiz admitió que sí le indicó que en esa jornada era Glennon el encargado de seguir a la pareja y que, luego del ingreso de la masajista Michellini al Carmel, escuchó modular que “se retiraba Romeo”, en alusión a Pachelo.
“No recuerdo el regreso de Pachelo”, agregó al referirse al ingreso, y también señaló que por la mañana no lo vio salir del country.
Este testimonio fue importante para la defensa de Pachelo, ya que dos testigos indicaron haberlo visto y hablando con él ante de las 7 de la mañana en una estación de servicio de la zona de Pilar, donde, según declararon, les preguntó “si sabían de la mujer asesinada en Carmel” la noche anterior.
“La verdad que no sé porque quedé imputado, yo hice mi trabajo. Esto me arruinó”, dijo Ortiz frente a los presentes, entre ellos Carlos Carrascosa.
Y añadió: “Debe ser porque fui el que toqué el timbre en la casa de la señora. Esto me arruinó la vida, perdí un trabajo, tenía una vida normal, como cualquier trabajador, cobraba mi salario, agüinado, vacaciones, pero ahora me hice pintor a la fuerza y vivo el día a día”.
“Hice mi trabajo, el relevo en tiempo y forma, actué como se tiene que actuar”, sostuvo Ortiz, quien trabajó hasta finales del 2003 en Carmel, cuando finalmente renunció.
Declaración de Degastaldi, policía retirado
Por la mañana, antes de la declaración de Ortíz, se presentó ante el tribunal el comisario mayor retirado de la Policía bonaerense Aníbal Degastaldi, quien aseguró que Nicolás Pachelo, el principal acusado del crimen, fue uno de los investigados junto con parte de la familia de la víctima, aunque recordó que el fiscal que instruyó el caso, Diego Molina Pico, «se encaprichó» con el viudo Carlos Carrascosa y «no aceptaba la participación de la policía».
«Molina Pico nos dice que nos fuéramos, le pregunté ´¿nos vamos? ¿Y qué va a hacer?´, y él me respondió ´no sé´», aseguró, y agregó que el fiscal pidió el certificado de defunción y preguntó dónde iban a llevar el cuerpo.
«Le dije (a Molina Pico) que iba a justificar mi presencia y hacer un informe y me dijo que no hacía falta, que iba a comenzar con las actuaciones», añadió.
Y completó: «Fue la única vez que estuve en el lugar en contacto directo con la investigación. Desde allí ordené a (Ángel) Beserra (investigador de la SubDDI de Pilar) que se ponga a disposición de la investigación».
Para Degastaldi el caso de García Belsunce «merecía una profunda investigación» y confirmó que nunca tuvo acceso a la causa.