El actor le dio vida a Aragorn y es uno de los personajes más queridos en su carrera cinematográfica. Pero en un principio, cuando le presentaron el papel, estuvo a nada de decir que no.
Viggo Mortensen estuvo a punto a rechazar El Señor de los Anillos: el motivo
Una de las sagas más queridas de todos los tiempos es, sin duda alguna, El Señor de los Anillos. La trilogía cinematográfica, basada en la novela homónima del escritor británico J. R. R. Tolkien, les ha regalado momentos icónicos a sus fans, como así también, personajes que serán recordados hasta la actualidad. Y es que hay actores que, a pesar de que han avanzado en sus carreras con otros proyectos, siempre serán recordados por interpretar estos papeles.
Uno de ellos es claramente Viggo Mortensen en la piel de Aragorn, descendiente de Isildur y miembro de la comunidad del anillo en las tres películas de la trilogía. Pero, por más loco que parezca, este actor estuvo a punto de rechazar el papel.
Es una realidad que Mortensen no fue el primer elegido para interpretarlo, sino Stuart Townsend, quien consiguió el papel y fue despedido justo cuando el rodaje empezaba en Nueva Zelanda. “Estuve ensayando y entrenando durante dos meses y luego fui despedido el día antes de que comenzase el rodaje”, había contado el intérprete a Entertainment Weekly. ¿La razón? “El director me quería y entonces, aparentemente, lo pensó mejor y lo que quería realmente era a alguien 20 años más mayor y completamente diferente”, confesó.
Tras esto, a Viggo le llegó la propuesta, pero no tuvo nada de tiempo para pensarlo, ya que sólo quedaba un día. Tenía que volar a Nueva Zelanda al día siguiente y rodar en el país durante un año. Además, no tenía el tiempo suficiente para ver leer las novelas de J.R.R. Tolkien, de las cuales desconocía por completo.
Es por eso que, al momento de la llamada, Mortensen preguntó si podía pensarlo. “No demasiado, tenés hasta esta tarde”, le respondieron. Rápidamente, su primer impulso fue rechazar el papel.
Pero afortunadamente un golpe de suerte llegó a su puerta: cuando le contó a su hijo Henry sobre la llamada, el joven se mostró entusiasmado con la noticia y le dijo que le gustaba mucho la obra de Tolkien. Fue por eso que se animó a aceptarlo.
Sin conocer a Peter Jackson ni haberse adentrado en la historia de Tolkien, decidió tomar el vuelo. Allí conoció al equipo, que lo recibió con los brazos abiertos, y encajó a la perfección. Además, durante el proceso leyó la novela varias veces, confirmando su profesionalismo a la hora de encarnar a un personaje.